Así lo veo yo

Así lo veo yo

Columna de Ana Jerozolimski


ORGULLO Y PREOCUPACIÓN

04.Ene.2017

Culpable. Este es el veredicto unánime de tres oficiales, jueces en el tribunal militar israelí, en el juicio del soldado Elor Azaria que hace diez meses mató en la zona de Hebron a un palestino quien tras intentar acuchillar a dos soldados fue herido por un guardia y se hallaba ya aparentemente neutralizado , en el piso, cuando Azaria le disparó.
Se determinó que Azaria es responsable de haber causado la muerte del atacante palestino en cuestión, sin que ello esté justificado profesionalmente , motivado por un deseo de venganza y no por creer, como alegó en una de sus versiones, que llevaba un cinturón explosivo bajo sus ropas, que podría aún lograr detonar.
Si bien el juicio se ocupó puntualmente de lo ocurrido en el lugar de los hechos, claro está que su significado va mucho más allá del caso concreto.
El mensaje que sale del tribunal militar israelí, es que aún en la lucha contra el terrorismo, las Fuerzas de Defensa de Israel (TZAHAL en su sigla hebrea) deben atenerse a sus normas y a las órdenes precisas acerca de las circunstancias en las que se abre fuego.
Orgullo pues por el mensaje que deja en claro el propio Tzahal. Esto no significa que baja la guardia en la lucha contra el terrorismo ni que considera que a los terroristas hay que acariciarlos, sino que como Estado de Derecho, también en esta lucha, Israel se comporta como una democracia civilizada.
Nadie está diciendo aquí que no hay que abrir fuego hacia quien atacó. El hecho es que el terrorista que había intentado acuchillar a dos soldados, fue baleado por el soldado que presenció el hecho, como ocurrió en más de 170 casos durante la así llamada "intifada de los cuchillos", y nadie jamás lo criticó. Así debe ser. Pero si quiso el azar o la mala puntería, que el terrorista no murió al ser baleado, pues las normas de Tzahal determinan que no se abre fuego a quien ya está neutralizado, y que no se dispara por rabia.
Hasta aquí, el orgullo por el hecho que Tzahal es capaz de defender esta postura.
La preocupación no es por el hecho que haya quienes discrepen legítimamente con la evaluación de los hechos , creyendo que Elor Azaria sí dijo la verdad, sino por las escenas de choques violentos fuera del tribunal militar, en la que vándalos extremistas gritaron frases contra el Comandante en Jefe del Ejército, Tte. Gral. Gadi Aizenkot, que dejó en claro todo el tiempo que un soldado que viola las normas y se desvía de los valores de Tzahal, tiene una responsabilidad sobre sus hombros. "Gadi, cuídate, Rabin busca un amigo", gritaron los fanáticos, en evidente amenaza de asesinato contra el oficial número uno.
Esperemos que la policía sepa encontrarlos y tomar las medidas del caso. No podemos permitirnos otra locura.