Opinión en Asamblea

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Hacia un país posible


Reforma de la Caja Militar: democrática y progresista

27.Abr.2017

Días pasados el Presidente Vázquez confirmó que en los próximos días el Poder Ejecutivo enviará al Parlamento el Proyecto de Ley que modifica el actual sistema de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas.

Como ya se anunciaba en la Rendición de Cuentas anterior, es imprescindible llevar a cabo modificaciones a este Sistema de Retiros que, aunque aceptando que tiene particularidades propias por la actividad que cubre, debería buscar mayor sustentabilidad y convergencias con los otros sistemas de seguridad social vigentes.

¿Por qué no podemos postergar la Reforma estructural del Servicio de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas ?

1) Porque en los últimos períodos de Gobierno todos los demás sistemas previsionales (régimen general del BPS, Caja Bancaria, Caja Policial, Cajas profesionales, etc.) fueron modificados buscando su sustentabilidad y la convergencia de beneficios y condiciones. Por el contrario, el excepcional régimen de los retiros Militares y sus pensiones no se modifican sustancialmente, aunque varias veces fue anunciada su reforma, desde 1974, Decreto Ley 14.157, aprobado en plena Dictadura a propuesta de J.M. Bordaberry y votado por el Consejo de Estado presidido por Aparicio Méndez, cuando en ese tiempo las Fuerzas Armadas tenían muy distintos objetivos, funciones y peso en las decisiones políticas, a falta de representación democrática del resto de la Sociedad. Es cierto también que dicho colectivo tenía una muy distinta relación entre mayor cantidad de personal en actividad (que aportan) y pasivos (que cobran). Dicha relación se invirtió disminuyendo la cantidad de efectivos en actividad y creciendo muchos tantos los retirados como quienes reciben pensiones. La no modificación del sistema por tanto tiempo (más de 40 años) ya agrega una clara diferenciación en términos de procesos de reforma que deberían también converger plazos de revisión, sustentabilidad y criterios para abarcar a los beneficiarios actuales y futuros.

2) Porque es necesario y justo buscar mayor equidad y convergencia en el régimen de pasividades y pensiones ya que, más allá de las características del servicio militar, no pueden existir tantas e irritantes diferencias entre los distintos sistemas de Seguridad Social. Las diferencias se dan tanto en las condiciones de acceso a la pasividad (voluntaria u obligatoria) por exigencia de muchos menos años de servicio (entre los cuales se computan los del Liceo Militar) y muchos menos años de edad (además de bonificaciones por ciertas misiones) como por los mucho mayores montos de retiros (sin topes), incluso superiores a los de actividad, que llegan a triplicar o más los montos máximos de las otras Cajas, generación de aguinaldo, etc. También se generan grandes diferencias en el régimen pensionario con muy superiores y amplios derechos pensionarios que explican también el mayor número de pasivos y las altas erogaciones por ello.

3) Porque el déficit del actual sistema sigue creciendo y este año llega a 470 millones de dólares que paga toda la Sociedad para financiar beneficios extraordinarios de unos pocos miles de servidores públicos, sobre todo de altos ingresos y que termina compitiendo con otras necesidades y prioridades que la ciudadanía ha optado, apoyando mayoritariamente un Programa de Gobierno.

El Presidente de la República ha adelantado en la entrevista mencionada que el proyecto incluirá por lo menos algunos de los puntos de las diferencias más notorias como aumento de años de edad y retiro, no acceder a la pasividad con el grado superior al que se tiene en actividad, recorte de bonificaciones, topes, etc.

También deberían suprimirse las leyes comparativas que equiparan a la máxima prestación vigente para el grado e incrementan aproximadamente un tercio el monto de retiro o jubilaciones militares y modificaciones al régimen de pensiones adecuándolo al régimen general, etc.

Por todo ello esperamos el próximo y comprometido proyecto de ley del Poder Ejecutivo para que el Parlamento pueda estudiar, discutir y aprobar los cambios necesarios, para una oportuna entrada en vigencia y con ello comenzar a revertir el creciente costo que asume a toda la sociedad.

Mientras tanto, el Parlamento debería aprobar el Proyecto de la Prestación pecuniaria coactiva de asistencia al financiamiento del Servicios de Retiros y Pasividades Militares de carácter progresivo (que está incluido en el Programa de Consolidación Fiscal) que gravará a las altas pasividades militares (correspondientes a oficiales de alto rango y sus deudos) como una forma alternativa y provisoria de contribución a la disminución del déficit por parte del núcleo más beneficiado del sistema. Este proyecto prevé gravar sólo al 20% de pasivos del grupo de mayores ingresos (lo que implica que 40.000 pasivos –personal de tropa y oficiales de baja graduación- no verán modificada su situación tributaria) con mínimos no imponibles y tasas diferenciales por tramo de ingresos. Se estima que la recaudación llegaría a los 40 millones de dólares anuales, lo que representa menos de un 10% del déficit actual.

Esta es esencialmente una propuesta democrática y progresista de responsabilidad y equidad, y nada tiene que ver con ninguna valoración política sobre el pasado, presente y futuro del universo de beneficiarios a partir de la carrera militar y sus familiares, salvo para considerar las particularidades de la función.