Ricardo Lezón

15.May.2018

Ricardo Lezón (Getxo, Vizcaya, 1969), cantante, letrista y compositor de la banda McEnroe, tras 6 álbumes y dos libros de poemas, debuta en solitario con "Esperanza". Contiene 9 canciones, grabado en los estudios la Mina de Sevilla, cuenta con colaboradores especiales, entre los que destaca su hija Jimena.

El artista arriesga de forma continua porque su mundo es tan rico que no necesita imposturas. Cuando escuchamos su música nos puede sonar "triste", nada más lejos de la verdad. Es una sensación producto de un estigma cultural que confunde la alegría superficial y el elogio de la "felicidad" con el motivo de la vida. Todos los días, sobre todo en las redes, manadas de desesperados arrean sus complejos bajo frases que comienzan al principio de la semana con miles de carteles que dicen "Feliz lunes" y siguen bombardeando a cada rato: "el sol y respirar es motivo para estar vivo", "la felicidad está en las pequeñas cosas", "viajar, caminar, comer sano", "ríe una vez cada diez minutos y serás feliz (aunque no sepas el motivo)". Un mensaje tras otro te pueden llegar a hacer sentir marginado si tu carácter taciturno te convierte en una persona exigente. La tristeza tiene mala prensa. Por el contrario la fama tiene mejor prensa que el prestigio. Por eso cuando un artista arriesga sentimos un extraño vértigo ajeno, primo lejano de la envidia.
Un cantante deja su banda para debutar en solitario. Una banda famosa en el medio musical español. Cuando por primera vez escuchamos el nombre pensamos "¿Quién es?". Esa pregunta nos invita reflexionar: Quizás nadie conoce a nadie. Marcelo Tinelli es un anónimo en España. Nadie en Sevilla escuchó hablar de Mirta Legrand. A ustedes no les sonará Ricardo Lezón, qué más da. Podía ser un nombre más, pero su música no lo es. Tiene la calidad de la profundidad. La tristeza es una fuerza poderosa. Dice Dolina que un recuerdo triste, entristece, y un recuerdo feliz, también, porque ya pasó.
No sé si tendrás una feliz semana. Posiblemente tengas momentos buenos y otros no tanto. Pero más allá de cómo te sientas, puedes escuchar canciones y sentir que todo cambia. Es una fuerza maravillosa. Se llama "Esperanza".