Los Emmys 2014 ya son cosa del pasado y éstas son algunas de las lecciones que nos ha dejado.
Que ya está bien si decimos que Breaking bad es la mejor serie de todas.
Que mientras exista Modern family ninguna otra comedia va a ganar un premio.
Que a Jim Parsons le sigue saliendo muy bien Sheldon Cooper.
Que Bryan Cranston es el padre que todos quisiéramos tener.
Que los actores que participan de los chistes del anfitrión nunca ganan nada.
Que Mad men podría nunca haber existido.
Que definitivamente, y por mucho que nos guste, Game of thrones no va a ganar nunca ningún Emmy.
Que lo segundo mejor en el mundo después de ser estrella de rock es ser Aaron Paul.
Que es razonable que HBO todavía no haya confirmado la segunda temporada de True detective con ese último mohicano como director.
Que Homeland fue una ilusión.
Que cuando alguien hace una buena adaptación de Sherlock Holmes, funciona.
Que deberíamos ver Louie.
Que al Jurado todavía no le instalaron la fibra óptica.
Que Anamá Ferreira es la Sofía Vergara del subdesarrollo.
Que, de subdesarrollo, Sofía Vergara no tiene nada.
Que el mundo sigue sin estar preparado para Jenji Kohan.
Que el regreso de Julia Louis-Dreyfus ha llenado un poco el vacío que había dejado Tina Fey.
Que si querés ganar la categoría de tv movie tenés que contar historias homosexuales interpretadas por actores de Hollywood heterosexuales.
Que Fargo es el mejor estreno del año.
Que al director de cámara de la ceremonia de los Emmy siempre le dan un
premio.
Que Bill Murray y Billy Crystal son dos personas diferentes.
Que Jessica Lange es razón más que suficiente para ver American horror story.
Que Martin Freeman es lo más.
Que esta entrega de premios habría que hacerla todos los años. ¡Every year, every year!
Que hay demasiadas muy buenas series.
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