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Dirigente de Defensor Sporting Club en los últimos diez años.
Fundador y Secretario General sector Asamblea Batllista.

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Fragmentados, debiera dolernos

06.Ago.2018

Antes de emprender el camino de la nota a desarrollar explico a los leales y atentos lectores que la última columna publicada en este espacio, Radioterapia en el Uruguay: Negocio e Impunidad, provocó una consecuencia no deseada. Una cantidad significativa de lectores me consultaron acerca del estado de los equipos hoy día, no tengo información al respecto. De todos modos parece claro que quienes fueron capaces de someter a tratamiento a personas con equipos que - en el mejor de los casos - nada le provocaban, no merecen la mínima confianza. Como afirmé en la publicación, poseo copia de todos los documentos que respaldan la nota en cuestión. Están a disposición si alguna persona damnificada en forma directa o indirecta los requiriere.

Realizada la aclaración me propongo ingresar en la llamada Grieta, Fragmentación Social, Línea Divisoria o como prefiera llamársele al espacio socioeconómico cultural que separa a unos uruguayos de otros. Datos de reciente publicación indican que en el último censo de 2011, existían 589 asentamientos irregulares en Montevideo y Canelones. Afirma que la población es de 165.000 personas y que se les ha otorgado solución a unos 4.800 individuos desde 2015 a la fecha, según la información aportada por Cecilia Cairo, coordinadora del Programa de Mejoramiento de Barrios (PMB) del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma) a la comisión de Presupuesto integrada con Hacienda de Diputados .

La cantidad espeluzna pero más espeluzna aún que la cifra solo toma en cuenta Montevideo y Canelones. Basta una regla de tres entre a los que dicen haberle solucionado y la cantidad de asentamientos relevados, para darse cuenta que la cantidad de personas en estas condiciones es bastante mayor.

"Cuando hablamos de regularización, significa obras de infraestructura, no estamos hablando de vivienda. La vivienda es consecuencia de esas obras de infraestructura. Lo que hacemos nosotros en el programa es incluirla en el proceso de regularización final. Eso puede tener como consecuencia alguna relocalización, pero no es el objetivo. El objetivo son las obras de infraestructura", afirma Cecilia Cairo..."

No es por allí el camino, pues en definitiva estamos regularizando bolsones de pobreza, con pasajes de 1 metro y medio de ancho que, en muchos casos, se transforman en zonas a las que nadie accede. Estamos multiplicando marginalidad. Al margen de la Policía, de las emergencias médicas, del servicio de correo. Al margen de todo

Lo anterior sumado a las recientes declaraciones de la Presidente del Instituto de Inclusión Social Adolescente INISA, Gabriela Fulco, acerca de la situación de algunos de los adolescentes y la nula - a su juicio - posibilidad de rehabilitación, nos debería poner en alerta. Nos debiera doler

No faltará quien ante lo anterior observe que no necesariamente en los asentamientos viven los que delinquen o aquellos comprendidos en las observaciones de Fulco, seguramente no entienden que no es una generalización sino un concepto en cuanto a las posibilidades a partir de las condiciones en que - injustamente, claro - llegan a la vida.

Personalmente me obsede la desintegración a la que asisto hace ya décadas, ya no interesa cuando empezó, con qué gobierno ni cómo parece continuar y hasta ahondarse en el actual.

Solo importa como empezamos a desandar el inexorable camino hacia el caos social en el cual habitamos cuasi, pareciera, sin importarnos. Sin que nos duela.

Soy de los que creo que los gobiernos se esfuerzan por hacer lo mejor, no creo en los planes diabólicos y menos aún en las teorías conspiratorias. Pero está claro que el Frente Amplio fracasó en lo que fue su pasaporte para llegar al gobierno. La inclusión, la justicia social. El tiempo de los postergados.

Falló el gobierno, falló el partido de gobierno. Falló - en definitiva - la concepción filosófica e ideológica de las corrientes mayoritarias del Frente Amplio.

La inclusión no se decreta, no se le quita a nadie para darle a otro, no se logra desde el odio a quien que genera riqueza y valor. La inclusión se genera desde la igualdad de posibilidades, desde la educación, desde las condiciones mínimas de dignidad edilicia. Individualmente se logra desde el esfuerzo, a partir de las oportunidades, pero desde el esfuerzo.

Planes de erradicación de asentamientos estilo MEVIR así como relocalización en barrios que se han vaciado, Aguada, Belvedere, Paso Molino, por ejemplo, debieran estudiarse.

Equipos multidisciplinarios asistiendo a maestras y profesores en coordinación permanente es imprescindible para el tratamiento de niños que llegan a los centros educativos - cuando llegan - en condiciones alarmantes unos, con patologías específicas otros.

Una política carcelaria inspirada en la recuperación e inserción del individuo debiera estar alineada a la política educativa nacional.

La Exclusión, la Grieta, la Fragmentación, como se llame, debiera ser la prioridad de toda colectividad política.

Soy de los que realiza  actividad política soñando una sociedad más justa, no es posible hacerlo con la realidad que nos presentan los hechos. El Uruguay necesita un cambio, pero ojo. Un cambio en serio