El escándalo de los ya famosos "cuadernos de la corrupción" renueva, una vez más, la inagotable descomposición moral que deben soportar nuestros hermanos argentinos.
Presidentes, ex presidentes, ministros, secretarios, jueces, empresarios, manotearon dinero de todos lados posibles. Nadie se salva, "del primero al último" dijera Jorge.
Así las cosas en tierras hermanas, pero su riqueza se rebela a los rapaces que se empeñan en agotar la fortuna natural que, a pesar de ellos, continúa produciendo.
Ojo, se agota, los países se funden por corrupción. En realidad se funden las sociedades, Argentina y su inconmensurable riqueza material y humana, posee índices tercermundistas de desarrollo humano. Incomprensible. Solo el robo por décadas parece explicarlo.
Nuestras costumbres casi no se diferencian y desde hace un tiempo ya, a partir de una invasión cultural sin igual, las peores prácticas parecen inspirarnos. Pero para ser precisos, desde que asumió el gobierno el Frente Amplio, el modelo de disfunción es calcado.
La política de amiguismo frentista se extendió a su estrategia internacional, así Vázquez, en su primer gobierno, se relacionaba con Néstor Kirchner más que con el país que éste representaba. Se comenzaba a desandar nuestra seria e institucional política exterior tradicional.
El segundo gobierno, también, frentista encabezado por Mujica reafirmó el "forneguismo" institucional, avanzando hasta llegar a las relaciones personales con Chávez y Maduro que, suponemos, será donde se apoyaron los comisionistas de Mujica. El "tren de los pueblos libres" esa patética puesta en escena a tambor batiente, pagada por ANCAP a precio de oro y corrupción.
En la actualidad - tercer gobierno frentista, segundo de Vázquez - la impunidad moral tiende a parecerse a nuestros vecinos.
Los cuadernos del Frente Amplio.-
Apenas trece años de gobierno fueron suficientes para procesar con prisión al director de casinos Juan Carlos Bengoa y varios de sus asesores. Aún afirma su inocencia el ministro Astori.
Menos de trece años, también alcanzaron, para el procesamiento del ministro de economía Fernando Lorenzo y el presidente del Banco República Fernando Caloia. Aún insisten en su inocencia.
También menos de trece años han sido suficientes para que el vicepresidente, Raúl Sendic, fuera expulsado y procesado. Algún desmelenado habla de complot político.
Es probable que se me haya escapado algún otro procesado, pues han sido varios, pero hasta aquí enumeré los más significativos.
Pero existen aún agujeros negros, más bien cráteres, de corrupción que no han arrojado resultados, los que llamamos:
Los cuadernos aún no abiertos.-
El infame y obsceno monopolio del presidente Vázquez y sus socios en Radioterapia pública.
El hijo de Vázquez denunciado un día sí y otro también, por varias cosas. Geocom, negocios con Venezuela, ahora, las cámaras de la A.U.F.
Aratirí, parece colarse ahora que se fue de control y nos enjuicia por 3.500 millones de dólares.
Las denuncias de ASSE, si bien son "robacheos" menores en cuantía, hablan de un estado de putrefacción preocupante.
El director de la Intendencia, Michelena, denunciado por sus antiguos socios de ADEOM.
Lo anterior si bien impone una gran investigación y esclarecimiento, nos debe imponer una reflexión: tenemos problemas serios de corrupción en el gobierno.
El Frente Amplio se agotó como herramienta de justicia social, se agotó, también, como herramienta multiplicadora de valores, en ambos temas fue una gran y desilusionante mentira.
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