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Dirigente de Defensor Sporting Club en los últimos diez años.
Fundador y Secretario General sector Asamblea Batllista.

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Marcha de la diversidad. Un río de humanismo

03.Oct.2018

Nos ha caracterizado como sociedad nuestra capacidad de entender los problemas del ser. Sobre todo en aquellos casos que éstos configuran una situación de desventaja.

En tiempos de valores difusos en cuanto a la importancia de existir. Antes de ser país, Artigas indica a sus dirigidos - ni bien triunfa en la batalla de Las Piedras - "Clemencia para los vencidos, curad a los heridos, respetad a los prisioneros", haciendo referencia a los prisioneros del perdidoso ejército español.

Lo anterior, aprendido desde my niños en todas nuestras escuelas nos ha impreso - en líneas generales, claro - una actitud atenta frente al individuo y a sus circunstancias parafraseando, a Ortega y Gasset. 

Nuestro tránsito independentista así como la concreción como país independiente ha profundizado esa conciencia. La libertad civil y religiosa, expresada en el artículo 3 de las Instrucciones del año XIII, es muestra de ello.

Le siguen a este proceso varios hitos en materia de derechos, Dámaso Antonio Larrañaga en 1815 aboga por la libertad de expresión a través de su manifestación ante el Cabildo de Montevideo, "la libertad de imprenta y el don de la palabra" "cada ciudadano tiene libertad de imprimir sus sentimientos bajo la responsabilidad correspondiente al abuso que hiciese de ese derecho".

Ya independientes, Rivera en la primera presidencia en 1832, se manifiesta a favor del derecho de expresión y pensamiento. Calificaba de sagrado el derecho que tiene el pueblo a publicar las opiniones.

En su segunda presidencia en 1838 decreta "la absoluta libertad de opinar y publicar opiniones debe ser un derecho tan sagrado como la libertad y la seguridad de las personas. Las producciones de la imprenta libre son el freno de los malos mandatarios, la recompensa mejor de los que gobiernan bien y el vehículo más seguro para derramar la ilustración y educar a los pueblos. Pero este derecho inestimable vendría a ser ilusorio si los que han de ejercerlo conservan el menor recelo de que la autoridad pueda reprimirlo...". En tiempos de totalitarismos y leyes de medios, la vigencia de este decreto 180 años ha, espeluzna. Positivamente, claro

Así podemos destacar conquistas hasta nuestros días, la enseñanza impartida desde el Estado en 1847, la reforma Valeriana treinta años luego. La laicidad más aséptica, quizás a nivel mundial, en materia de preferencias espirituales, hablan de una sociedad en continua búsqueda de la equidad a través de los derechos individuales.

"Ni vencidos ni vencedores" resumió el espíritu de los ciudadanos orientales al final de la Guerra Grande en 1851, firmando el fin de la guerra Grande el 8 de octubre de 1851.

A principios del siglo pasado, un aluvión de vanguardia logró confirmar lo que ya se venía logrando y detallo más arriba. Liderado por Batlle y Ordóñez, el Uruguay ingresa en un camino que empieza a formatear una sociedad que es capaz de destacarse por la equidad, las oportunidades y un profundísimo sentimiento humanitario. 

Conquistas de derechos que sitúan al Uruguay como pionero a nivel mundial, leyes fundamentadas en aspectos afectivos - ley de 8 horas - cuando se afirmaba, entre otras cosas, "los padres no tienen tiempo de acariciar a sus hijos..."

La consolidación de derechos de la mujer es de avanzada con un detalle más que importante, se conquistaron derechos sin haber sido reclamados. Uruguay, se asentó en los primeros treinta años del siglo pasado como una sociedad capaz de modernizarse, consolidar la igualdad de oportunidades multiplicando equidad a través del esfuerzo propio.

La cronología anterior pretende enmarcar en tiempo y espacio la marcha y/o manifestación de la diversidad, desarrollada el viernes próximo pasado.

Decenas de miles de uruguayos caminaron por la principal avenida, festejando los derechos conquistados a la vez de reclamar otros, concretamente, que se apruebe la Ley Integral para Personas Trans. No haré un análisis de la ley en sí, pero si quiero dejar claro que apoyo sin vacilaciones el espíritu de ésta.

Es claro a esta altura que las persona trans son discriminadas, es claro también que el colectivo es pequeño, en apariencia no superaría las 1000 personas. Pero lo que es aún más claro es que la percepción de sí mismos está en discordancia con su forma física.

Sabiendo que existe esa característica del ser humano. ¿Es justo facilitar al encuentro consigo mismo, a su realización personal, a su desarrollo, a encontrar la felicidad? ¿Es un deber de la sociedad, del sistema político? Por supuesto, máxime con nuestros antecedentes de desarrollo social, en definitiva, con nuestro humanismo.

En tiempos de polarizaciones, de razonamientos en blanco y negro, de pragmatismo material sobre las cuestiones de espíritu, observar ese interminable río de almas convocadas en reclamo pacífico, nos encuentra.

Somos, entonces, dignos hijos de aquella patria que reclamaba clemencia hacia el derrotado, equidad para el débil y oportunidades para el desplazado.