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Así lo veo yo

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Columna de Ana Jerozolimski

Sobre el autor

Uruguaya, radicada en Jerusalem desde 1979. Redactora Responsable de "Semanario Hebreo".

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LIMPIAS NO SÓLO DE FRAUDE, SINO TAMBIÉN DE INCITACIÓN

28.Dic.2018

Israel va a las urnas. En lugar de noviembre como estaba estipulado, el 9 de abril. La última vez que los israelíes votaron en fecha fue en 1988. Desde entonces, ya 30 años, siempre se adelantó las elecciones. ¿Un mal del sistema parlamentario? Quizás no necesariamente. Pero seguro un mal de la política israelí.

Independientemente de las preferencias políticas de cada ciudadano, el augurio central que nos parece hoy oportuno expresar, es que las elecciones sean limpias. O sea, el acto electoral mismo, nos permitimos dar por sentado que así lo será, sin nada fraudulento. Pero preocupa también qué sucederá en la campaña electoral. Lograr garantizar que no haya ofensas y difamaciones, es un aporte al país todo.
La división interna en cuanto a concepciones de mundo es un hecho comprensible. La pregunta es cómo garantizar que la discusión al respecto no derive en la demonización del adversario. Por lo singular de su situación geopolítica, el potencial explosivo en la campaña electoral es alto. Explosivo, aquí, en referencia a lo verbal...no está de más aclararlo.
Israel vive situaciones prácticamente sin igual. Es el único país del mundo libre al que hay quienes piden destruir. Que no lo puedan hacer porque a fuerza de tener que lidiar con ese desafío Israel desarrolló un gran poderío militar, es otra cosa. Pero que siguen intentando dañarle lo más posible, es un hecho. Es el único país del mundo libre que tiene terroristas de vecinos. El único país del mundo occidental-en realidad, del mundo todo- al que vecinos cercanos o lejanos trataron de aniquilar apenas nació, y logró derrotarlos sin renunciar a su régimen democrático.
En una situación así, claro está que las discusiones y polémicas políticas son acaloradas, cargadas de emociones. Cada parte en la contienda electoral, está convencida de que su victoria salvará al país.
Pero hay que tener cuidado. Con mucha facilidad la derecha presenta a la izquierda como traidora dispuesta a vender a la patria y con mucha ligereza la izquierda se refiere a la derecha como fascista y racista. Que en cada lado haya extremos que uno no querría tener de vecino, es una cosa. Que se haga referencia al lado contrario en términos irresponsables que terminan manchando a todos, es otra muy distinta.
Recordamos muy bien la campaña en la que el slogan que llevó a Netanyahu a la jefatura de gobierno fue "Peres dividirá Jerusalem". Desde la madre árabe que le inventaron a Shimon Peres cuando era jefe del laborismo -antes de ser Presidente-mucha agua corrió bajo el puente de la dialéctica electoral israelí. Es un milagro que no haya habido más muertos por incitación. Y bueno...con Itzjak Rabin se colmó la cuota con creces.
Por otra parte, culpar de su asesinato a todos los que discrepaban con el camino que él había marcado como jefe del gobierno laborista, también es un craso error, una muestra de irresponsabilidad.
Todos los participantes en la campaña tienen el deber de recordar que luego de ir a las urnas, hay que seguir viviendo juntos. Que los enemigos quieren seguir matando a todos, sean de derecha o de izquierda.
Un tema muy complejo de cara a las nuevas elecciones, es que está pendiente la decisión del asesor legal del gobierno acerca de si aceptar o no la recomendación de la policía, de acusar al Premier Netanyahu por sospecha de soborno, fraude y abuso de confianza en distintos casos en los que ha sido investigado. Netanyahu es inocente hasta que se demuestre lo contrario y la oposición no lo puede presentar como "criminal". Por su parte, Netanyahu debe cuidarse de no presentar como enemigos a todos los que lo critican por las sospechas e inclusive le exhortan o exigen dimitir. La ley no se lo exige por ahora en absoluto, pero no es descabellado pensar que en un país con tantos desafíos como Israel, no es sano que el Primer Ministro tenga que preocuparse de investigaciones y juicios personales. Él mismo lo dijo años atrás cuando el sospechoso era el entonces Premier Ehud Olmert.Y ni siquiera había recomendación policial de acusación.
La responsabilidad central de marcar el camino correcto en este sentido, es del Primer Ministro Biniamin Netanyahu. Él tiene las riendas del poder y puede influir decididamente en el curso correcto a seguir. Tiene por cierto todo el derecho del mundo a defender su camino y explicar por qué lo considera el mejor para Israel. Esperemos que no lo haga dando a entender que la alternativa a su gobierno es el fin de Israel. Que sus defensores no hablen de "izquierda" como el ogro que entregará a Israel al enemigo.
Es todo un desafío hallar el equilibrio entre ambas cosas, claro está. Pero hay que hacerlo. Por el bien de Israel. Gane quien gane el 9 de abril.