Pido que se los apoye no sólo en resoluciones internacionales con mayoría automática en la ONU sino cuando necesitan ayuda urgente.
Pido que se los apoye en la práctica, para que tengan un futuro mejor.
Para que no vivan con miedo. Para que sean libres.
Para que sepan que las autoridades que los gobiernan velan por ellos y sus necesidades.
Pido que el mundo se dé cuenta que los palestinos necesitan ayuda.
Hace ya unas semanas que protestan contra el régimen opresor de Hamas que los gobierna desde junio del 2007 en la Franja de Gaza con mano de hierro, y el mundo no dice nada. Casi no hay cobertura especial, a pesar de que ha habido advertencias de Amnistía Internacional sobre la cruenta y violenta represión. Seguro que no manifestaciones o ropas desgarradas de dolor por el sufrimiento palestino. Ni protestas dolidas y airadas.
Y me pregunto...
¿Será porque Israel no tiene la culpa?
¿Será porque Israel no tiene nada que ver?
En realidad, nosotros lo hemos confirmado hace tiempo. El mundo salta cuando mueren o resultan heridos palestinos, solamente si los disparos fueron israelíes. Si mueren a manos de sus propias autoridades, de los terroristas de Hamas o por ejemplo en matanzas en Siria-sea cual sea el lado asesino- a nadie le importa. Si no los mató un judío ¿qué gracia tiene?
Y aclaro que no subestimo la gravedad de cualquier muerte, si es de un civil inocente. Su vida vale tanto como la de mi propia gente, de mi lado de la cerca. Pero creo que precisamente por ello, desde afuera-el mundo- se debe exigir que los terroristas no los usen ni los expongan para atacar a Israel y así arriesgarlos a que no salgan con vida de tumultos violentos cuya meta es irrumpir al lado israelí para matar. No es paranoia judía. Lo declaran los propios jefes de Hamas, aunque en declaraciones en inglés dicen que las protestas frente a la cerca entre Gaza e Israel son "manifestaciones pacíficas".
El tema es mucho más profundo que el dolor y enojo que encierra nuestro sarcasmo.
El tema es que aún antes de estas protestas que Hamas ha reprimido con gran violencia, con torturas, disparos y centenares de arrestos-incluyendo el de una periodista por haber escrito un informe crítico sobre la salud pública en Gaza-este grupo fundamentalista que tomó por la fuerza el poder en la Franja hace ya 12 años, ha estado pecando para con su población.
Antes de disparar una bala, antes del primer arresto, antes del primer golpe, ya estaba pecando. Porque jamás destinó nada de sus recursos a su población sino a su infraestructura armada , para atacar a Israel.
Entre octubre del 2017 y fin del 2018, Israel descubrió 15 túneles subterráneos cavados por Hamas desde Gaza hacia territorio israelí. Evidentemente, no eran para conocer la playa de Tel Aviv. Pero dejemos aquí por un lado esa arma que equivale a una declaración de guerra. Era otro el punto que quería destacar. Cada túnel cuesta 3 millones de dólares. Por lo menos. ¿Cuánto se podría haber hecho con ese dinero, en pro del pueblo, al que por cierto no le sobra nada?
En el 2014-el año de la tercera de las grandes guerras entre Hamas e Israel- el periódico The Wall Street Journal informó que Hamas había gastado alrededor de 90 millones de dólares construyendo túneles de ataque, o sea que se adentraban en territorio israelí. Según el informe, el material utilizado en cada uno, habría alcanzado para construir 86 casas, 7 mezquitas, 6 escuelas o 19 clínicas médicas.
O sea que Hamas peca para con su población desde mucho antes de reprimir violentamente las protestas de las últimas semanas, que claman por libertad.
Y el mundo peca ante los palestinos al no prestarles atención, a menos que puedan acusar por algo a Israel.
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