La guerra de los Seis Días, iniciada el 5 de junio de 1967, exactamente 52 años antes de escribir estas líneas, fue clave en la historia de Israel. Por un lado, terminó en una avasallante victoria militar israelí. Por otro, dicha victoria significó la conquista de territorios, algunos de los cuales hasta hoy son motivo de conflicto y por cierto de discusión no sólo en la arena internacional sino dentro del propio Israel.
En el frente egipcio, conquistó la península del Sinaí y la Franja de Gaza. Del Sinaí se retiró totalmente Israel en el marco del acuerdo de paz con Egipto de marzo de 1979. Quiso retirarse también de Gaza, pero el entonces Presidente egipcio Anwar el-Sadat dijo "no, gracias, con Gaza quédense ustedes". Finalmente, Israel se retiró de la franja en setiembre del 2005, hace casi 14 años.
En el frente sirio, conquistó los Altos del Golan. No estaba en sus planes, pero la guerra lanzada por Egipto y Siria y la necesidad de repeler los ataques en todos los frentes, fue la oportunidad . ¿Para qué? Para terminar con la amenaza constante bajo la que vivían durante años los israelíes residentes abajo, en las comunidades agrícolas del valle, en la mirilla de los sirios ubicados arriba, en la meseta del Golan. Y cuando Israel conquistó el Golan, no lo usó para vengarse de los sirios que habían quedado abajo, en su lado del valle, sino para el desarrollo y la vida en paz.
En el frente jordano, conquistó Cisjordania, llamadas en Israel con los términos bíblicos Judea y Samaria. Para parte de la población israelí, eso fue y sigue siendo, señal del comienzo de la redención por el "retorno a la tierra de nuestros antepasados". Para otros, el comienzo de una tragedia: el control de la población palestina allí residente.
Son muchas las aristas que derivan de este punto. Ya hemos escrito en repetidas ocasiones sobre la problemática, a nuestro criterio, de la presencia israelí en dichos territorios-ocupación, administración, como se le prefiera llamar-, complicada por el hecho que Israel tampoco puede levantarse e irse sin arriesgar con ello su seguridad.
Pero nos parece clave, al recordar hoy el aniversario de la guerra en la que comenzó sí la ocupación, recordar también que era anunciada por el mundo árabe como una guerra de destrucción en la que Israel sería aniquilado. La victoria militar fue el inicio de la polémica ocupación, pero fue también la salvación de Israel.¿Acaso alguien puede imaginar qué habría ocurrido si los árabes hubiesen ganado? No existiría hoy Estado de Israel.
La guerra en la que Israel conquistó los territorios en cuestión-lo cual muchos en el mundo creen es la razón por la que no hay paz- estalló cuando esos territorios estaban en manos árabes. Y entonces...¿por qué fue atacado Israel?
La ocupación fue un resultado de la guerra árabe contra Israel, no su detonante. Por más fuerte que sea hoy Israel, por más difícil que sea hoy resolver el tema palestino, es clave recordar: el aniversario es de una guerra en la que Israel no tenía ninguna otra opción más que ganar. Le iba la vida en ello.
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