En la actual campaña, todas las propuestas giran en torno a lo avanzado en esta década. Ante la imposibilidad de negar esos avances, los opositores ensayan los más variados recursos para intentar explicar sus causas en cualquier lugar menos en la gestión progresista. Tienen una dificultad adicional, se autoimpusieron censura sobre sus propias gestiones de los noventas.
Igualmente, una y otra vez les despunta la hilacha de pretender aplicar regresiones a las conquistas sociales alcanzadas (Leyes de Trabajo Rural – Trabajo Doméstico – Consejos de Salarios – Derechos Humanos). Ahora, ya saben que la gente no quiere volver atrás, por lo que algún asesor debe salir presuroso a “aclarar” que lo que piensan y siempre practicaron, en realidad, no tuvo intención de decirse. Una decidida falta de sinceridad, y también de propuestas. Una postura plagada de incertidumbre.
Nuestras prioridades.
En esta década los gobiernos progresistas aumentaron notablemente los recursos humanos y financieros para educación, seguridad y servicios sociales. Ahora, contamos con 33.698 personas más dedicadas a la Educación, Cultura y Deportes; 9.523 más en Salud Pública y 1.759 más destinadas a Servicios Sociales. También, se ha priorizado el presupuesto para el Ministerio del Interior. Esto se traduce en más maestros, docentes y profesores de Educación Física, más policías y más trabajadores sociales.
El 98.9% de los nuevos vínculos laborales se concentran en Educación, Salud, Atención Social y Seguridad. Al mismo tiempo, en Defensa se redujeron en 7.4%. Es fácil hablar para la tribuna y decir que se va a reducir el tamaño del Estado. ¿Tienen planeado dar baja a maestros, policías, trabajadores de la salud? No aclaran nada, porque no tienen plan de desarrollo sustentable.
Imágenes más jingles no resultan mágicamente en un país productivo.
Más innovación, más futuro.
En esta década se ha invertido en educación e investigación asociada al desarrollo de ciencias aplicadas como nunca antes.
Desde la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) se promueve la cultura innovadora para que las empresas se puedan desarrollar tanto a nivel local como internacional. Entre 2008 y 2013 se destinaron 27 millones de dólares para que 435 emprendimientos pudieran llevar adelante sus proyectos. El 50 % de las empresas apoyadas son pequeñas o medianas con menos de 10 años de creadas.
Los resultados: el 50 % de ellas aumentaron su participación en el mercado local; el 43 % logró inserción internacional; cada proyecto aprobado generó más de cuatro puestos de trabajo en promedio; el 66 % aplicó nuevas tecnologías; el 60 % logró aumentar su oferta de productos.
A la vez, se acumulan esfuerzos para lograr la democratización de la información y alcanzar la apropiación social del conocimiento. El portal Timbó se ha creado para ello. De manera muy sencilla, cualquier estudiante, profesor, aficionado, empleado y empresa privada, puede acceder a los materiales más actualizados sobre las distintas áreas de investigación, con solo registrarse en el sitio. También se lo puede hacer desde los 124 Centros MEC que hay en todo el país. Con esto, se facilita una herramienta clave para propiciar el desarrollo del conocimiento y la innovación en Uruguay.
El archivo del sitio dispone de más de 19.000 revistas especializadas, 34.000 libros electrónicos, actas de conferencias, bases de datos de abstracts, citas, recursos de acceso directo, enlaces y noticias.
Esto es parte de un plan de desarrollo real, que se está concretando en hechos. Estas son las acciones que generan acceso ciudadano a oportunidades verdaderas. Así se procede en el mundo desarrollado. Estamos implementando acciones de integración y masificación de la cultura, del conocimiento, de la información. Nada nuevo en el mundo, definitivamente innovador en nuestro país.
Los invito a registrarse y experimentarlo, es una verdadera maravilla. Es necesario para que sigamos avanzando en investigación y emprendedurismo. Así seremos más desarrollados e independientes.
Más educación, más futuro
En esta década también se ha apoyado en forma decidida a las personas que quieren completar sus estudios y lograr un mayor desarrollo personal.
Para ello el programa Uruguay Estudia trabaja sobre cinco líneas de acción: formación y capacitación, becas de apoyo económico para continuar estudiando, pasantías laborales, crédito para poder habilitar emprendimientos y en 2012 incorporó el área de orientación educativa con la finalidad de brindar una herramienta de asesoramiento sobre la oferta educativa que existe en el país.
Desde su creación hasta 2013 el programa ha otorgado 13.200 becas de apoyo económico y en el curso de este año se entregarán 4.800 más. De ellas 1.000 serán destinadas a educación primaria, 3.200 a educación media básica, 300 a educación media superior y 300 para formación docente.
Esto es posible en gran medida gracias al aporte del Banco República.
Insolvencia vs solidez.
En este marco de educación, confianza en los uruguayos, pujanza, nuestro país también alcanza las mejores calificaciones crediticias de la historia. Hoy, son cinco las calificadoras de riesgo de primera línea que nos otorgan el “grado inversor”: Moody’s, Fitch, Standard & Poor’s, DBRS (Canadá) y Rating and Investment Information (Japón).
Esto impacta directamente en la economía y en las posibilidades de expansión y crecimiento. Pasamos de ser un país en quiebra, considerado insolvente, a vivir un presente en el cual los inversores confían. Antes nadie invertía en aquel país lleno de irresponsabilidad, sin proyecto ni confianza en sí mismo. En 2004 la deuda neta del país era del orden del 70 % del PBI, mientras que hoy es del 24 %. Los mismos que nos llevaron a aquella quiebra son los que de manera incesante se han dedicado a pronosticar malos augurios aunque la realidad los contradiga.
En esos mismos datos está la explicación del por qué antes nadie confiaba en nuestro país y actualmente pasa exactamente lo contrario. Ahora, somos un país en el que captamos inversión, generamos trabajo, agregamos valor a la producción. Estos son los resultados de un rumbo de gobierno definido, que nos ha permitido a los uruguayos recuperar la confianza en nosotros mismos.
Sigamos adelante; sigamos innovando, confiando, proyectando, creciendo.
#UruguayNoSeDetiene.
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