El proyecto de ley que estamos proponiendo ha sido trabajado en conjunto con el Programa Nacional de Lactancia Materna del Ministerio de Salud Pública y muy especialmente con la Dra. Mara Castro, Coordinadora del Programa Nacional de Lactancia Materna, y tiene como objetivo que en todos los lugares de trabajo exista un área de lactancia.
En la actualidad muchos organismos estatales y empresas privadas han instalado salas de lactancia. Mencionaremos algunas organizaciones que ya cuentan con salas funcionando: UTE, Correo Uruguayo, Diario El Observador, Laboratorio Roemmers, BPS, Facultad de Ingeniería.
En el articulado del proyecto de ley se define por sala de lactancia el área exclusiva y acondicionada para que las mujeres en etapa de lactancia realicen la extracción, almacenamiento y o amamantamiento. Dichas salas deberán garantizar la privacidad, seguridad, higiene y comodidad para un adecuado amamantamiento, así como la extracción y conservación de la leche materna.
La lactancia materna es la acción natural de alimentar al bebé con el alimento producido por la madre (leche materna). Este alimento es la mejor opción que se le puede ofrecer al bebé en sus primeros tiempos de vida, ya que ofrece beneficios que ningún otro alimento proporciona: lo favorece en su adaptación al mundo, en su desarrollo psicoafectivo y en su relación con la madre; lo protege de enfermedades infecciosas y es el alimento más nutritivo que existe, ya que estimula su desarrollo emocional y motriz, su coeficiente intelectual, su desarrollo visual, auditivo y comunicativo.
UNICEF señala que la leche materna contiene una gran variedad de elementos inmunológicos que destruyen bacterias, virus y parásitos. La lactancia también acelera la maduración de sus órganos y sistema inmunológico, permitiéndole defenderse mejor de las infecciones. Diversos estudios han demostrado un menor riesgo de enfermar en etapas posteriores de la vida.
Incluso trae beneficios económicos para las familias y sociedad, ya que es un alimento natural y renovable que no necesita ser comprado, a lo que hay que sumarle el costo de las enfermedades que se evitan con el amamantar, y beneficios ambientales, porque no produce residuos tóxicos ni sólidos y no tiene efectos sobre el medio ambiente.
Aportarle nutrientes adicionales a la madre que amamanta resulta aún más barato que comprar productos sustitutos de la leche materna.
Desde hace varios años Uruguay ha venido trabajando en promover la lactancia materna a través de: