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Eduardo Gudynas

Eduardo Gudynas

Columna de Eduardo Gudynas

Sobre el autor

Analista en temas de ambiente y desarrollo, y defensor de la Naturaleza.
Integrante del Centro Latino Americano de Ecología Social (CLAES); investigador asociado en el Dpto Antropología, Universidad California, Davis; Duggan fellow del Natural Resources Defense Council de EE UU.
Docente invitado en universidades de Uruguay y otros países de América Latina, EE UU y Europa.
Acompaña organizaciones ciudadanas, desde grupos ambientalistas a federaciones indígenas, en distintos países del continente.

Seguimiento: twitter @EGudynas
Contacto: egudynas en montevideo.com.uy
Publicaciones: http://ambiental.academia.edu/EduardoGudynas

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El cambio climático incendia la casa común

08.Oct.2018

Se acaba de difundir un nuevo reporte científico sobre el cambio climático planetario: un aumento de la temperatura del planeta en 1,5 grados sería catastrófico, pero si aumento en dos grados, será todavía peor.

 

No es lo mismo 1,5 grados que 2 grados. Eso que parece una pequeña diferencia para cualquiera de nosotros encierra un drama enorme para millones de personas y la vida en el planeta cuando se trata del cambio climático. Esto resulta del nuevo reporte científico sobre el calentamiento global que se acaba de presentar en el otro lado del mundo, en Corea, este lunes 8 de octubre.

Es un nuevo estudio del Panel Internacional sobre Cambio Climático, y que se libera al público después del visto bueno de los gobiernos. Allí se indica que la continuada emisión de gases liberados por la quema de combustibles fósiles, como el petróleo o el carbón, o por la pérdida de bosques, sigue alimentando el recalentamiento del planeta.

Estiman que seguramente la temperatura promedio del globo aumentará 1,5 grados en algún momento entre los años 2030 y 2052. Afinan las evaluaciones y encuentran que la temperatura en los continentes sube más rápido que en los océanos, y que en el polo norte es aún más acelerada.

Las consecuencias serán un continuado aumento en eventos extremos, como sequías o inundaciones, y en olas de calor, especialmente en el hemisferio norte. Pero una y otra vez en el reporte se advierte en que si se sigue con las emisiones actuales, la temperatura subirá en dos grados centígrados, y desde allí insiste: un incremento de 1,5 grados será catastrófico, pero un aumento de dos grados será todavía más catastrófico.

Por ejemplo, si la temperatura sube a dos grados se estima que unos 10 millones de personas estarán afectados por inundaciones en las costas. Y miles de especies de plantas y animales podrían extinguirse, y cierto tipo de vida marina, como los arrecifes de coral, podrían desaparecer en su mayoría. Distintas zonas del planeta ya no podrían sostener una agricultura y ganadería como la actual, poniendo en riesgo la provisión de alimentos, especialmente para los más pobres. Enfermedades propias de los climas tropicales seguirán expandiéndose.

De estos y otros modos, y para que quede claro, el ritmo actual de deterioro del clima global es tan dramático que los científicos deben usar advertencias entre pequeñas diferencias al describir una catástrofe ecológica.

Todo esto sirve para respaldarse en las demandas de la comunidad científica y el movimiento ambiental: es necesario reducir drásticamente las emisiones de gases invernadero ahora mismo, y el objetivo es alcanzar cero emisiones netas en el año 2050. Esto significa recortar a la mitad el uso de combustibles fósiles en el futuro inmediato apuntando a casi eliminarlos en 30 años.

Los compromisos que han firmado los países para limitar sus emisiones son totalmente insuficientes paras alcanzar esas metas, según la advertencia de los científicos. El Acuerdo de París, que han suscrito casi todos los países, pone como meta evitar un aumento que supere los dos grados, lo que ahora queda en evidencia como inadecuado. Asimismo, poner el límite en 1,5 grados es más barato y más fácil de hacerlo ahora, que cuando el planeta ya supere ese umbral y deba evitar alcanzar los dos grados de recalentamiento.

Medidas urgentes deben apuntar hacia los contaminadores más “sucios”, como la quema de carbón para alimentar centrales de generación eléctrica. Pero es justamente ese tipo de energía contaminante la que están promoviendo el gobierno Trump en Estados Unidos o la que se usa en China. Esto y otros factores explican que China y Estados Unidos sean los dos más grandes contaminadores planetarios.

En otros sectores sucede lo mismo, tales como abandonar una agricultura y ganadería intensiva, dependiente del petróleo (sea por fertilizantes, maquinaria, raciones para engorde de ganado en encierro, etc.), ya que desde allí también se emiten muchos gases invernadero. Esa exigencia es casi la opuesta a la estrategia que promueve en agropecuaria nuestro gobierno aquí en Uruguay, que apuesta a la intensificación.

Para hacer todo esto todavía más dramático, son muchos los científicos que consideran que ya se han superado ciertos umbrales críticos, y que estamos entrando en el despeñadero hacia una amplia crisis en el funcionamiento ecológico planetario. Por ello las medidas urgentes no pueden retrasarse, y deben comprometerse a todos los países, sean los grandes contaminantes como Estados Unidos o China, como los más pequeños, como Uruguay y otras naciones del sur.


Para saber más:

El resumen Global warming of 1,5 oC del reporte del IPCC se descarga (en inglés) en:
http://report.ipcc.ch/sr15/pdf/sr15_spm_final.pdf

Todo el reporte está disponible en:
http://www.ipcc.ch/report/sr15/