Susana Andrade

Susana Andrade


Calentamiento global y religiones del mundo

31.Ago.2016

Fui invitada por el Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos del Gobierno argentino CIPDH Categoría II de la Unesco del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Presidencia de la Nación, junto a líderes de diferentes religiones, al Seminario "Migraciones, Medioambiente y Cambio Climático.

Perspectivas de la Movilidad Humana a 2050" realizado en el Palacio de las Aguas en Buenos Aires 1º y 2 de setiembre concretamente al tema "Conciencia: Diálogo Interreligioso, Intercultural y Cambio Climático" actividades preparatorias Pre COP22 acrónimo que corresponde a "Conference Of Parties" que tendrá lugar en Marrakesh (África) cerca de finales de año. A través de estos instrumentos, ONU adopta un marco de acción para luchar contra el calentamiento global.

Habrá dos jornadas de debate con la participación de personalidades pertenecientes a distintas tradiciones religiosas, cosmovisiones espirituales y culturales del mundo, intelectuales reconocidos por sus reflexiones sobre el hecho religioso, el diálogo intercultural y la conciencia sobre el Cambio Climático desde distintas perspectivas disciplinarias y transdisciplinarias, así como actores y decisores en las instancias pública y privada. Las conclusiones y recomendaciones que emerjan de este interdiálogo tendrán como objetivo contribuir a la elaboración de una agenda concreta de acciones que servirá de base a los nuevos encuentros que se inscriban en una misma línea de reflexión, diálogo y acción.

Los temas son "Cambio climático: enfoques y perspectivas desde las cosmovisiones religiosas y culturales", "Enfoque de derechos, Cambio climático, pobreza y desarrollo sustentable", "Ética, Cultura, Ciencia y Religión en el debate sobre la naturaleza y el cambio climático" y "Conflictos, delitos y corrupción ambiental. Ecocidio. El rol de los Estados, el sector privado y la sociedad civil. Conciencias y cosmovisiones".

Los antecedentes de estas reuniones de carácter mundial son: Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático 1992, Protocolo de Kyoto 1997 y Acuerdo de París 2016. Ante la inminencia de los efectos determinantes para la vida humana apremian las decisiones sobre reducción de emisiones de gases invernadero que ahora sí -firmaron más de 180 países incluyendo a los mayores emisores: China, Estados Unidos, India y la Unión Europea- se comprometieron seriamente. El Secretario de Estado de EEUU John Kerry firmó con su nieta pequeña en su regazo.

El acuerdo "tiene por objeto reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático en el contexto del desarrollo sostenible y de los esfuerzos por erradicar la pobreza, manteniendo la temperatura media mundial por debajo de 2°C, aumentar la capacidad de adaptación a los efectos adversos, promover la resiliencia al clima y un desarrollo con bajas emisiones de gases, de modo que no comprometa la producción de alimentos." En el preámbulo son contemplados los derechos humanos en su diversidad, los derechos de los pueblos indígenas, así como las asimetrías entre países y las responsabilidades diferenciadas en el aumento de la temperatura en la tierra. Los grandes emisores prooverán un fondo con el que ayudarán al proceso de adaptación a quienes sufran las mayores consecuencias sin ser culpables, y Uruguay es un gran candidato a recibir esos dineros decisivos en una transformación económica real, sustentable y adecuada a los nuevos tiempos.

Latinoamérica es una de las regiones más vulnerables del mundo pues muchos de los más de 600 millones de latinoamericanos residen en zonas o dependen de sectores económicos como la agrocultura, la pesca y el turismo, altamente vulnerables al cambio climático. Durante la Cumbre del Clima varios países latinos especialmente Uruguay por su modelo de gran producción de alimentos con relativamente escaza contaminación, jugaron un papel clave en el avance de las negociaciones, posicionando a la región como parte de la solución climática.

Las diversas confesiones impulsemos la toma de responsabilidades desde nuestras comunidades y también sirvamos como ejemplo. Los cultos afro veneramos la Naturaleza, y resaltamos la vigencia actualísima de nuestros valores humanos y espirituales milenarios; SIN ELLA NO VIVIMOS.

Tan simple y tan urgente.

Susana Andrade