La gaita eléctrica

La gaita eléctrica


Vetusta Morla y el desierto

17.Oct.2016

 

El domingo 16 de octubre, en una de las zonas más inhóspitas del planeta, finalizó la XIII edición del festival de cine FiSahara. Allí, en pleno desierto, dio un concierto el espectacular grupo de indie- rock español "Vetusta Morla".
Los "Vetusta" han tocado en Montevideo, tienen muchos seguidores en Argentina, son conocidos en América y son unos de los grupos con más fans en España. Tremendas letras, grandes canciones, un directo impactante. No sé quien dijo que los grupos "indies" son tranquilos y casi aburridos, lo serán otros, no ellos. Cualquiera de sus discos "Un día en el mundo", "Mapas", "La deriva", tienen tantas canciones brillantes que sería imposible señalar unas pocas. La especial voz de Pucho, las atmósferas en sus temas, la gran musicalidad, hacen que estos muchachos de Madrid sean uno de los grupos de referencia en castellano. Poco habría para contar una vez que saben que su nombre se lo deben a la tortuga de "La historia interminable", que han tocado con orquestas sinfónicas o que han hecho música para videojuegos.
Pero hoy, lo que de verdad importa, es que fueron hasta la mitad del desierto para dar un concierto y apoyar la causa saharaui.
El pueblo saharaui viven hace 40 años en campos de refugiados, esperando una solución pacífica de un conflicto que parece no tener fin. Uruguay es uno de los países que reconoce a la República árabe Saharaui, un país al que le robaron el país. Esta columna musical reivindica la importancia del compromiso con la vida, por eso haremos un breve paréntesis geopolítico:
Las tribus nómades saharauis entraban y salían del desierto con sus camellos, desde la costa al interior. Parte del pueblo se dedicaba a la pesca, en la costa atlántica, uno de los bancos pesqueros más ricos del mundo. El Sahara occidental era colonia española, un grupo revolucionario (el Frente Polisario) preparaba la recuperación de su tierra, aún así toda una generación habla de una convivencia pacífica e integrada entre españoles y saharauis. Cuando Franco muere, bajo el auspicio de Francia y Estados Unidos, Marruecos invade el Sahara occidental. España deja los territorios en manos invasoras, prima su inestabilidad política y la amistad de conveniencia entre el Rey de Marruecos y el de España. La población saharaui huye al desierto. Intentan exterminarla, usan napalm sobre mujeres y niños. Cuando el Frente Polisario logra reagruparlos comienza la guerra. Los saharauis logran recuperar parte de su tierra. Pero toda una región es de especial interés por EEUU y las potencias europeas involucradas, el Sahara occidental es la mayor mina de fosfatos del mundo. De allí el interés de que esa gran riqueza, única en la Tierra, estuviera en manos del único país musulmán aliado de EEUU. Los saharauis continuaban recuperando su país cuando interviene la ONU y firman un tratado de paz. Así, los saharauis fueron (de forma provisional) establecidos en los campos de refugiados en pleno desierto, al sur de Argelia, a la espera de un referéndum donde la población que había quedado en los territorios ocupados pudiera votar si quería formar parte del reino de Marruecos. Esta situación es la actual. Más de 40 años después. Es realidad todo está peor. Marruecos construyó "el muro de la vergüenza", separando los territorios librados, la población en los territorios ocupados es perseguida, reprimida con dureza y crueldad, las cárceles marroquíes están llenas de presos políticos y hay torturas y violaciones continuas a los derechos humanos. No hubo, ni hay, noticias de referendum. Mientras tanto en los campos de refugiados, en la zona más hostil del planeta, un desierto de arena y piedras, dramáticamente lejos del agua, nacen bebes, viven familias, niños y niñas que dependen de la ayuda internacional. Los pueblos de España son quienes más ayudan. Su gobierno quien más mira para otro lado.
Los Saharauis deben volver a su tierra. Defienden día a día su identidad. Necesitan visibilidad y este Festival de cine, el más remoto del mundo, es uno de los eventos claves para ello. En esta edición además de los amigos de Vetusta Morla, fue la protagonista de "Ocho apellidos vascos" (Clara Lago), también han estado Viggo Mortensen, Penélope Cruz, Javier Bardem, Victoria Abril, etc.
Los saharauis son pobres, cultos y pacíficos, eso en el mundo actual es una tragedia. Si fueran terroristas estarían todos los días en la TV. En cambio organizan un Festival de Cine, y otro de Arte (en noviembre comienza una nueva edición de ArtiFariti).
Siempre que voy a trabajar al Sahara reflexiono sobre Uruguay. Si algo tenemos claro los uruguayos son nuestras fronteras, en cambio estamos en constante crisis de identidad, en cambio ellos, que no viven (muchos ni siquiera nacen) en su tierra, no dudan ni un minuto de que son Saharauis, todos son Saharauis, no importan donde vivan, no importa donde nacen y crecen. Tienen claro quiénes son y todo lo que eso implica.
En toda África nada importa más que la tribu, y en las tribus que no han sido contaminadas con religiones ajenas o invadidas por dinero, (en las que han logrado estar a salvo), aman a los niños, veneran a los ancianos y la sabiduría está a salvo con las mujeres.
Escuchemos a "Vetusta Morla" y de paso conozcamos (o reconozcamos) a Carla Morrison una mexicana increíble. Seamos consientes que la televisión no cuenta todo, la verdad es más grande, y está allí afuera.