Susana Andrade

Susana Andrade


Violencia machista, femicidios y medios de comunicación

19.Feb.2017

Con tristeza nacional asumimos que todo lo que se haga resulta insuficiente a la hora de ayudar a desterrar la desgracia y los efectos de la violencia doméstica contra mujeres asesinadas a manos de parejas o exparejas, tan reiterada, tan ruin, tan miserable y aparentemente imposible de erradicar. Claro que igualmente seguiremos en combate hacia todo tipo de violencia y especialmente la de género. Los hijos de la víctima son doblemente víctimas al quedar sin madre en tales circunstancias. Lamentablemente la reiteración va mostrando carencias en el abordaje del delicadísimo tema de la tenencia y otros aspectos atinentes a huérfanos menores. Hace poco padecimos una decisión judicial incompartible por incompatible, la orden de una jueza de entregar la custodia inmediata de los niños a los padres del padre homicida, que además asesinó a la madre delante de sus hijos. Sería útil establecer un protocolo de actuación para el tratamiento de menores víctimas directas de tragedia femicida. Que la resolución sobre la tenencia inmediata y posterior al hecho trágico, se rija por criterios generales pre acordados fundados en la experiencia y la investigación profesional de las ciencias humanas, sociales, naturales, que ayuden a la decisión de la Justicia. Guía básica de acción que asegure un tratamiento serio, responsable y cabal que habrá que ajustar a la singularidad, para que sean tomadas las mejores decisiones a la peor hora, y no cometer errores-horrores que el simple sentido común rechaza, posibilitando un accionar ágil y garantista de los derechos de niñas, niños y adolescentes en cuestiones que afectarán sus vidas para siempre. Coordinación basada en leyes y con la colaboración de todas y todos los organismos competentes, autoridades de Gobierno incluido el Poder Judicial, áreas ministeriales vinculadas, profesionales y la sociedad civil organizada que trabaja esta lucha. Otro aspecto impostergable en esto que nos enluta como sociedad, es el rol de la prensa y los medios de comunicación que no hacen nada para ayudar a cambiar teniendo en sus manos una gran herramienta. Su gran poder mediático los podría poner en el lugar de culpables por omisión, más tomando en cuenta que usufructúan un bien público como es el espectro radioeléctrico. La difusión masiva en el combate a la violencia doméstica puede ser un enorme gestor de profilaxis. Urge la aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA) que permite utilizar, gratuitamente, “hasta 15 minutos diarios” para “realizar campañas de bien público sobre temas tales como salud, educación, niñez y adolescencia, igualdad de género, convivencia, seguridad vial, derechos humanos y combate a la violencia doméstica y la discriminación”. Está descontado el interés general y el impacto sería importante. Necesitamos respuestas contundentes y esta vía es ignorada. El Gobierno hace mucho, sin embargo, trabajar en el “antes” es fundamental. Cuando la mujer está muerta lo que siga solo menguará un dolor perenne e irreversible. Organismos públicos y personas públicas no estatales ¡VAMOS! Usemos la ley de medios. Es necesario hacer spots y pasarlos, machacar y machacar para cambiar la cultura. Como nos acosan con las novelas turcas pero más. La violencia contra las mujeres se ha transformado en una especie de exterminio genocida. Al paso que vamos mermará drásticamente el género femenino en Uruguay. Plantearemos esto en el Parlamento. Es hora de hacer campañas masivas potentes y continuas, a ver si vencemos la costumbre de la agresividad machista y asesina. Quien tenga que encarar encare por favor, el tiempo es ahora.