El sábado actué como miembro de mesa receptora de votos en las Elecciones Juveniles del Partido Colorado, acompañando el esfuerzo de la JBA (Juventud de Batllismo Abierto, agrupación en la que milito - en Batllismo Abierto, no en la Juventud). Los números totales se sabrán dentro de un par de semanas, pero estimaciones ponderadas adelantan que habrían votado más de 20 mil jóvenes (hasta 30 años) en todo el país; ya veremos. Lo que puedo afirmar con seguridad, es que en mi mesa votaron 163. Con nombre, apellido y cédula de identidad; de carne y hueso; yo les vi las caras. Fueron 163 hombres y mujeres jóvenes, que un sábado de sol radiante llegaron hasta el local de votación, hicieron la fila, y pusieron su huevito. Se atribuye a José Stalin (el dictador y genocida de cuya mano comía el Partido Comunista del Uruguay y cuya memoria siguen honrando los bolches criollos), la frase "Una única muerte es una tragedia; un millón de muertes es una estadística" (Stalin era todo un estadístico). Con los votos pasa lo mismo: decenas de miles son una noticia; 163 son un milagro.
VAYA UD. A SABER
¿Por qué fueron a votar esos muchachos? (en lo que toca al lenguaje, la cuestión de género está laudada por la Real Academia Española). Se pueden ensayar varias explicaciones más o menos discutibles. En cambio, habrá unanimidad en punto a las razones que NO pueden invocarse: nadie fue a votar con expectativas de recompensa alguna; nadie fue a votar en retribución de favores recibidos; nadie fue a votar acarreado por una estructura partidaria pujante; nadie fue a votar inspirado por un liderazgo emergente; nadie fue a votar alentado por una campaña de publicidad; nadie fue a votar porque su jefe o su patrón lo hizo; pero 163 muchachos (y muchachas, está bien) fueron a votar en la mesa que yo integré. ¿Votarán de nuevo dentro del Partido Colorado en el próximo ciclo electoral 2019-2020? Vaya Ud. a saber; en cambio, puede acuñarse otra certeza: estos jóvenes (y jóvenas) votantes "no le hacen asco" a la vieja colectividad. Arriesgando una generalización, el "relato" que demonizó a los partidos históricos en yunta, pero al Partido Colorado en especial, pétreamente instalado en un espectro de la ciudadanía mayor a 40 años, va perdiendo significado en las generaciones sucesivas (como oportunamente perdieron significado las invocaciones a la sangre derramada en Quinteros y en Paysandú).
BUENAS RAZONES
En un año y medio arranca el nuevo ciclo electoral: elecciones internas y primarias obligatorias y simultáneas de todos los partidos en mayo-junio de 2019; elecciones nacionales en octubre del mismo año; muy probable segunda vuelta presidencial en noviembre; elecciones departamentales en mayo-junio de 2020. Mirando al futuro ya próximo, el Partido Colorado deberá articular buenas razones, sólidas, explícitas, las que hoy no exhibe con el vigor suficiente, para convocar el voto de la ciudadanía. La buena noticia es que el texto, el tono y el talante del Partido Colorado, en su vertiente más fecunda y fermental que es el Batllismo, siguen teniendo su lugar reservado (y necesario, digo yo) en el escenario político nacional. Tenemos un año y medio para que mis 163 héroes y heroínas junten ganas de renovar su confianza en este Partido. Por lo pronto, las elecciones juveniles del sábado renovaron la esperanza.
CONSTANCIA FINAL
Las Elecciones Juveniles se consagraron en la reforma de la Carta Orgánica del Partido del año 2007, concebida e impulsada por Ope Pasquet. Honor a quien lo merece.