Opinión Nacionalista

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Artículos de opinión por integrantes del Partido Nacional


El Herrerismo

25.Jul.2011

 

 

 

 

Hernán Bonilla

 

El pasado 22 de julio conmemoramos un nuevo aniversario del nacimiento de Luis Alberto de Herrera, el máximo jefe civil en la historia del Partido Nacional si se tiene en cuenta su período de actuación, su influencia en el partido y en el país y que, más de 50 años después de su muerte sigue existiendo su sector y, lo más importante sus ideas siguen vigentes. En el artículo de hoy no voy a hablar sobre su  vida, me voy a concentrar en explicar por qué pienso que la vigencia y supervivencia de sus ideas son fundamentales para el país.

El herrerismo no es una ideología dijo alguna vez Lincoln Maiztegui y tiene razón. Es imposible hacer encajar las ideas de Herrera en una categoría como conservador, liberal, socialista o la que fuere. La influencia doctrinaria más notoria es la de Edmund Burke, que es lo que ha llevado a más de un autor a llamarlo conservador. Y sin embargo, en cuanto a su creatividad, capacidad de generar proyectos, pensar el país en definitiva Herrera está muy lejos de ser un conservador.

La influencia de las ideas de Burke es especialmente clara en el libro más importante de Herrera, La revolución francesa y Sudamérica. Es su libro más importante porque constituye una lúcida descripción de los países americanos desde la filosofía política. Su principal error es copiar lo malo de la revolución francesa, su jacobinismo, al tiempo que no mirar las revoluciones inglesa y norteamericana. Sin dudas este punto mantiene plena vigencia.

El herrerismo tiene líneas de continuidad a pesar de los cambios de posición del caudillo. Fue siempre antiimperialista, nacionalista a lo Berro, vale decir, que los problemas de los uruguayos los resolvemos entre nosotros, antiestatista y defensor de la libertad que debía despertar las fuerzas dormidas del país por el batllismo. Este paquete de ideas pasó a formar parte de la esencia del Partido Nacional, porque tenían arraigo en la tradición y porque mantendrán su vigencia en el futuro.

Su principal aporte estuvo en que supo ser la expresión política de aquellos que se oponían al modelo batllista, brindando una alternativa mejor. No hay que estar de acuerdo en todo su pensamiento para reconocer que el herrerismo fue la única alternativa política viable al estatismo y el proteccionismo que comenzaron en Uruguay bajo el militarismo y fue en aumento con José Batlle y Ordóñez y Luis Batlle. A los rumbos profundamente equivocados que siguió el país por cien años sólo se opuso con votos el herrerismo, sin desconocer el aporte de intelectuales y expresiones de la sociedad civil que sin dudas contribuyeron también.

En 1959 con el primer colegiado y el ministerio de Azzini vino el primer intento por cambiar el país en la dirección correcta. En 1989 con la Presidencia de Lacalle la segunda. Se lograron algunos avances, pero no se pudo cambiar la matriz estatista del Uruguay que hoy sigue más presente que nunca en el gobierno de Mujica que contrata 10.000 empleados públicos en 1 año. Por eso hoy el herrerismo sigue siendo fundamental, porque es la única alternativa, democrática, liberal y republicana al desastre que nos desgobierna. Para eso los blancos debemos dejar de pedir perdón por nuestros aciertos, reivindicar nuestros proyectos que iban en el sentido correcto como hoy reconoce todo el mundo, llámese ley de reforma cambiaria y monetaria o ley de empresas públicas. Si es el propio Frente el que vota ahora la ley de PPP (Pepe Puede Privatizar) ya no corren más los motes de neoliberales, piratas, etc. Hoy, tarde y mal, se reconoce implícitamente lo desleal de aquellas campañas y el acierto de nuestras ideas.

Reivindicar a Herrera es por lo tanto la reivindicación de una forma de ver al país que es la que deberá ser mayoritaria en el Partido Nacional si queremos ser alternativa. Siguiendo al Frente sólo vamos a perder votos por el original. Es la crítica desde una visión de defensa de la soberanía, la Libertad y la República por la que el Partido Nacional puede volver al gobierno. Herrera nos vuelve a marcar el rumbo, si la chamboneamos sólo será por culpa nuestra.