Montevideo PortalColumnistas
Así lo veo yo

Así lo veo yo

Columna de Ana Jerozolimski

Sobre el autor

Uruguaya, radicada en Jerusalem desde 1979. Redactora Responsable de "Semanario Hebreo".

Más columnistas

imagen del contenido Escribe Gerardo Sotelo
Suponer que sacando las armas se pacifica el país es como suponer que prohibiendo las drogas se evita las adicciones
imagen del contenido Escribe Ana Jerozolimski
Futuro de Netanyahu preocupa a quienes lo apoyan y a sus detractores.
imagen del contenido Escribe Esteban Valenti
Como la realidad no es abstracta, sino concreta, vuelvo a un lugar que pinta la situación de zonas enteras de la capital y el país.
imagen del contenido Escribe Pablo Mieres

SALIERON DE LAS CLOACAS

08.Ene.2017

Un nuevo atentado terrorista en Jerusalem cobra la vida de cuatro jóvenes soldados israelíes-tres chicas y un varón- cuando visitaban en grupo un mirador muy conocido con vista a la Ciudad Vieja. Otros 15 resultaron heridos, tres de ellos de gravedad. El arma letal fue un camión conducido por un árabe de 28 años del barrio Jabel Mukaber de Jerusalem oriental, que embistió al grupo a gran velocidad, cuando los soldados acababan de bajar de su ómnibus , en el marco de una actividad educacional. El atacante alcanzó a dar marcha atrás para volver a atropellar y aumentar el cruento saldo de víctimas. Finalmente, fue muerto por los disparos de un civil , un guía turístico, que comprendió que lo que veía no era un accidente sino un atentado.
El terrorismo golpea y las ratas salen de las cloacas. Las ignorantes. Las antisemitas. Las que comentan la noticia en los portales y se regocijan por las muertes israelíes, pero en realidad se están regocijando por la muerte de judíos ya que hay inclusive algún energúmeno que se lamenta públicamente de que Hitler no haya matado a todos.
Sí, eso pasa en los portales también en Uruguay. Nos duele el alma verlo y reconocerlo, pero lamentablemente, no es un fenómeno nuevo. Las redes sociales facilitan la bajeza, la falta de vergüenza, la expresión fácil del odio.
"Ya era hora que le tocara a los judíos", escribe uno."Está muriendo gente por todos lados y ellos que son los responsables salían intactos". El pequeño detalle que olvida este erudito de agudo análisis es que los que mueren por todos lados, son árabes asesinados por sus propios hermanos, víctimas de diferentes ramas del Islam radical. Claro que se ve que no oyó sobre todos los judíos que mueren desde hace tanto a manos del terror. Ah...casi olvidamos...el "por todos lados" incluye a ciudadanos del mundo que pasean por un mercado navideño en Berlín, que celebran el nuevo año en Estambul y demás, asesinados por terroristas fundamentalistas islámicos...
Lo increíble es la facilidad con que largan slogans , frases hechas sin contenido, la ligereza con hablan de "genocidio" de los palestinos. Lo peor es cuando se junta el odio con la ignorancia, esa ignorancia que se resolvería si les interesara saber algo. Como por ejemplo que en los mismos hospitales en los que están atendiendo ahora a los heridos del atentado, atienden con plena igualdad a los pacientes árabes, también los llegados de los territorios bajo control de la Autoridad Palestina. Y dan tratamiento de fertilidad a mujeres árabes que piden ayuda al no poder concebir.
Qué extraño este "genocidio"...se ve que los árabes no se enteraron de él...es que si así fuera, la lógica indicaría que se alejen de los judíos antes de que los capturen y maten..Pero en lugar de eso, numerosos palestinos de Cisjordania que no recibieron permiso de trabajo en Israel, hallan la forma de entrar a territorio israelí ilegalmente, con tal de trabajar con los judíos, donde reciben un sueldo mucho mayor que en sus propias ciudades.
Qué poco eficiente ese "genocidio", que el atacante de este domingo , árabe, manejaba un camión enorme con matrícula israelí, lo cual significa que siendo árabe, como es natural para todos los habitantes del país, se movilizaba con plena libertad.
Qué extraña la dicotomía entre las "masacres" de palestinos que los sabios comentaristas atribuyen a Israel y la vida de todos los días...Una hora después del atentado, tuve que ir a un centro comercial de Jerusalem a unas diligencias. Pasé por un café que conozco bien. Como siempre, judíos y árabes estaban sentados en un rato libre. Una mujer árabe con la cabeza cubierta y por lo tanto fácilmente distinguible como tal, tomaba algo mientras leía. En la mesa de al lado, una familia de judíos religiosos con sus niños. De fondo, pasó un grupo de soldados . A nadie le parecía extraña esa convivencia, aún una hora después del horror del camión.
Pero en las cloacas está oscuro. Y cuando falta luz, no se ve la verdad.