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Acuerdo Grande

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Por una coalición opositora

Sobre el autor

Miguel Manzi (1957), abogado, inicié mi actividad política en 1980 militando por el "NO" contra la dictadura. Fui diputado de la "Lista 85" del Partido Colorado. Emigré en 1995, viviendo en Bolivia, EE.UU. y Honduras, donde culminé mi periplo como Representante del BID, a cargo de 120 operaciones por 1.000 millones de dólares. En 2011 renuncié al BID y regresé a Uruguay, retomando la actividad política en torno al Proyecto Montevideo, cuya información completa está en http://miguelmanzi.com/

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10 RAZONES PARA AMARGARSE LA VIDA

18.Dic.2017

 

El tercer año de todos los gobiernos es tradicionalmente malo; pero el del actual es desastroso. Y como las generalizaciones suelen ser falsas, listo razones concretas que justifican la mala sangre:

 

1. LA EDUCACIÓN. Cada información del desempeño estudiantil, cada medida de las autoridades, cada declaración de los gremios, es peor que la anterior. Más peor es saber que, desde que empiece a cambiar hasta que se vean los frutos, deben pasar 15 años. Pero lo peor de lo peor es la certeza de que el cambio no empezará de ningún modo bajo este gobierno. Las buenas noticias son que los liceos de gestión privada instalados en barrios de contexto crítico, practicando modelos de excelencia, exhiben excelentes resultados; que EDUy21 viene socializando propuestas; y que Ernesto Talvi mantiene viva la esperanza a través de "Encuentros Ciudadanos".

 

2. LA SEGURIDAD PÚBLICA. Terminamos el año con un muerto por día; la cuenta de las rapiñas es incontable, porque muchas no se denuncian; de los hurtos ni hablemos. Siendo ingrata la realidad, la respuesta de los responsables políticos es insoportable: Bonomi pendula entre la estulticia y la soberbia, sostenido por Tabaré Vázquez (que de paso también sostiene a su hermano), tras 8 años ininterrumpidos en el mismo cargo. De locos, por donde se mire. La buena noticia es que todavía no nos acostumbramos.

 

3. LA CORRUPCIÓN. Este año dejó en evidencia que también en esta materia nos vamos igualando con la región (de repente nunca fuimos mejores, apenas éramos más discretos). Todos los días corremos los límites de lo tolerable, extendemos el elenco de las justificaciones, consentimos situaciones opacas (desde la evasión al BPS de Astori hasta los viajes a Venezuela de Placeres). La buena noticia es que echamos a un vicepresidente.

 

4. LA ECONOMÍA. El PBI sigue creciendo, pero los "fundamentals" están cada día más frágiles: deuda, déficit, atraso cambiario, gasto público, pérdida de empleos, desinversión extranjera directa, primarización de la producción, abrumadora carga tributaria, aumento de tarifas públicas, importantes sectores productivos muy complicados, pérdida de competitividad externa, crecimiento suicida del consumo interno, algunos ricos cada vez más ricos, muchos pobres cada vez relativamente más pobres. No se me ocurre ninguna buena noticia.

 

5. LA INSTITUCIONALIDAD. Los indicadores de solidez institucional no reflejan situaciones de frontera, que estresan el sistema y erosionan sus cimientos; pero las señales aparecen en las variaciones de opinión pública en adhesión a la democracia y confianza en las instituciones. El artículo 15 de la pasada Rendición de Cuentas, la sanción de leyes notoriamente inconstitucionalidades, el ideológico paquete de leyes de género, la amenaza reiterada de trampear la voluntad popular expresada directamente en referéndum valiéndose de las mayorías legislativas, el incumplimiento de sentencias firmes contra el Estado, los conflictos de intereses en los que incurren los jerarcas de gobierno, el incumplimiento contumaz e hipócrita de obligaciones del Estado en materias tan sensibles como los DD.HH. de presos y menores. Y cuidado: el sistema electoral que se cae a pedazos, como viene quedando en evidencia aunque se disimule. Tampoco se me ocurren buenas noticias.

 

6. LA COMUNICACIÓN DEL GOBIERNO. Venimos padeciendo la ejecución sistemática de operaciones de distracción, a través de noticias y declaraciones que ocupan titulares y minutos de los medios de prensa durante semanas, para al cabo resultar soberanas mentiras. Mujica todavía luce como el campeón de los vendedores de humo; pero desde las reuniones en Presidencia para acordar políticas de seguridad, pasando por el TLC con China, hasta el hallazgo de petróleo, Vázquez está haciendo todos los méritos para disputarle el título. La buena noticia es que la gente se está dando cuenta. Lo de UPM merece párrafo aparte.

 

7. EL CONVENIO CON UPM. Pasado el cuarto de hora durante el cual monopolizó la excitación y la agenda públicas, podemos referirnos al tema con más serenidad y asegurar, sin sombra de duda ni de pasión, que el convenio firmado con UPM es una vergüenza. En efecto, UPM está cautiva de la tierra y de los árboles plantados y creciendo, tanto como de las cadenas ya establecidas a partir de su primera planta. Los privilegios que el gobierno frenteamplista se comprometió a concederle, solo se explican por la ciega necesidad de justificarse de un gobierno estéril en realizaciones. Perversamente, la buena noticia es que la farsa quedará en evidencia justo en el año electoral.

 

8. LA DECADENCIA TERMINAL. Del gobierno y del ciclo frenteamplista; la vejez del elenco gobernante; el brushing de Vázquez, la melenita de Astori y la estética pobrista de Mujica y Topolansky. La pareja mediocridad del gabinete: Nin, Muñoz, Arismendi, Cosse, Murro, Menéndez, Basso, Kechichian, Aguerre, Rossi, De León, siempre Bonomi. La interna del Frente Amplio; las minorías intensas, el gobierno en disputa, la disputa por la candidatura, los precandidatos, el maniqueísmo, si es de izquierda no es corrupto, el único proyecto de país, la entrega a las multinacionales y al sistema financiero. El motivo de frustración es que todavía les quedan dos años. La incertidumbre hacia adelante impide arriesgar buenas noticias.

 

9. LA INTENDENCIA DE MVD. No puede faltar en la lista de amarguras, con el agravante de 27 años. Conservo el orgiástico discurso de Tabaré Vázquez al asumir la intendencia en 1990 (impreso en papel fanfold, ya amarillo por los años); la sensación más dolorosa es la de tiempo perdido, irrecuperable. 27 años de basura, de hurgadores, de calles y veredas destruidas, de transporte colectivo deficiente, de edificios emblemáticos en ruinas, de cuidacoches ahora con diploma, de falta de obras significativas, de ausencia radical de cualquier cosa parecida a una idea, o proyecto, o visión de ciudad. Ahora, el humo y la grasa de las políticas de género, inclusivas, solidarias, políticamente correctas y policialmente ideológicas, conviviendo sin pudor con 160 mil personas viviendo en asentamientos. Sí, es consistente que en el cenit de la mascarada el intendente sea Daniel Martínez. No hay buenas noticias.

 

10. LA TORMENTA PERFECTA. Juntando los puntos anteriores, es obligatorio inclinarse por un pronóstico sombrío para los años por venir. Desalojar al Frente Amplio del poder político es necesario pero no suficiente. Estos años de discurso y acción monopólicos, con pretensiones refundacionales y milenaristas pero resultados retrógrados, incompletos o perversos, están dejando al país en una situación para revertir la cual serán necesarios sudor y lágrimas (en sangre no quiero ni pensar). ¿Podemos seguir fracasando en las pruebas PISA? ¿Podemos seguir sumando muertos por violencia criminal? ¿Podemos seguir aumentando el déficit, la deuda y el gasto? ¿Podemos seguir deteriorando las prácticas institucionales? ¿Podemos seguir profundizando la dramática brecha socio-cultural que se ha instalado en la sociedad? ¿Podemos ignorar estas circunstancias? ¿Podemos advertirlas sin amargarnos la vida? La respuesta a todas las anteriores es no. La última buena noticia es que reconocer la realidad es el primer paso para cambiarla.  



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