Joaquín DHoldan: Escritor y Dramaturgo de la Villa del Cerro radicado en Sevilla.
Twitter: @joadoldan
La música es esa maravilla que funciona cuando todo falla. Quique y Roberto Cubero son dos hermanos de Guadalajara, en Castilla- La Mancha que hacen "bluegrass", folk acústico country con aire de jotas españolas. Hicieron unos discos exquisitos "Cordaineros de la Alcarria" (2010), "Flor de canciones" (2013), "A burrasca perdida" (2015), "Arte y Orgullo" (El Segell, 2016) y ahora presentan su último disco "Quique Dibuja la Tristeza" (El Segell, 2018).
En su último disco, Enrique habla de la muerte de Olga, su esposa. Entiendo que el miedo hará que algún lector se vea tentado a parar, los escuchas querrán cambiar de tema, los hipocondríacos sentirán dolores inexplicables, nos quedaremos solos. Pero es que con sus cuerdas y voces, estos músicos saltaron todas las líneas de la corrección para instalarse en una idea revolucionaria: Cantar sobre el dolor, la muerte y la tristeza. Las opiniones superficiales dirán "Que bajón". Es otra forma del miedo. Miedo al dolor, a la muerte y a la tristeza.
Cuando mi hermana se enfermó de cáncer todo el mundo esquivaba la palabra. Pero además apareció un montón de literatura sobre curas milagrosas, mundos amarillos y oportunidades. Todo el día recibíamos mensajes sobre la "lucha", los "guerreros", el "valor". Y por supuesto que estaban los que necesitaban el control sobre el diagnóstico. "Todo está en la mente", "La enfermedad se la produce uno mismo", "La vida sana". Queridos guerreros invencibles e inmortales, les tengo una mala noticia. Ustedes también morirán. Pero además les cuento algo muy duro, (ya que son tan valientes), a veces no se puede pelear. El cáncer de mi hermana fue invencible, para ella, para mí, para los mejores médicos. Igual que fue invencible el de Steve Jobs, el de Rocío Jurado o el de Eva Perón. A veces ni el pensamiento positivo, ni el color que se les ocurra, ni las aguas milagrosas de donde quieran pueden "ganar". Y nadie, ninguno de ustedes, se detuvo un minuto a pensar en qué hacer con eso. Somos tan amantes del éxito y las historias de gloria que preferimos no mirar cuando sucede la otra posibilidad, a veces no hay solución, por más que comas sano, no hayas fumado en tu vida o te lleves bien con tu familia. La "lucha contra el cáncer" no siempre es posible. Pero lo que de verdad importa, es que nadie te habla de que hacer en esos casos. ¿Cómo nos preparamos para la muerte? Y los que nos quedamos ¿qué hacemos con eso? ¿Señalamos a nuestro ser querido diciendo "No luchó lo suficiente"?
En "Quique Dibuja la Tristeza" los Hermanos Cubero viene a ayudarnos de verdad. No con esa basura de la "autoayuda". La de verdad, la que no es "auto" sin la que podemos darnos unos a otros. Seguramente cuando leas esto ya habrás recibido por wasap, mail o redes sociales, algún mensaje invitándote a ser feliz, aprovechar el día y sonreír. Te voy a hacer "autoayuda": a veces no se puede, y no pasa nada. Estar triste- a veces- es inevitable, y sólo es posible combatirlo estando con otros. Esa es la magia. Olga se muere de cáncer y Quique comparte su día a día. Por fin alguien que no nos miente. No tengas miedo. Te cuento como estoy, y es triste, claro, porque eso también es la vida. "No nos despedimos", "Quisiera poder rezar", canciones llenas de verdad, simples, desgarradas.
Cuando mi hermana se murió de cáncer nadie me dijo que hacer. Era como estar metido en una pesadilla y las pocas veces que actué con lucidez tuvo que ver con la música o la literatura. Lo que nos queda cuando todo falla. Hay que cuidarse, por supuesto, pero tenemos que hablar sin miedo de la vida, y la muerte es una parte indispensable de ella.
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