Montevideo PortalColumnistas
Acuerdo Grande

Acuerdo Grande

Por una coalición opositora

Sobre el autor

Miguel Manzi (1957), abogado, inicié mi actividad política en 1980 militando por el "NO" contra la dictadura. Fui diputado de la "Lista 85" del Partido Colorado. Emigré en 1995, viviendo en Bolivia, EE.UU. y Honduras, donde culminé mi periplo como Representante del BID, a cargo de 120 operaciones por 1.000 millones de dólares. En 2011 renuncié al BID y regresé a Uruguay, retomando la actividad política en torno al Proyecto Montevideo, cuya información completa está en http://miguelmanzi.com/

Más columnistas

imagen del contenido Escribe Gerardo Sotelo
imagen del contenido Escribe Ana Jerozolimski
“Al ver las imágenes de Juan Guaidó regresando a su país (. . . ) lloré de emoción.
imagen del contenido Escribe Esteban Valenti
La diferencia en los indicadores de la violencia entre los barrios de la costa y del norte y el oeste de Montevideo corresponden prácticamente a dos países diferentes.
imagen del contenido Escribe Pablo Mieres

EL MEDIO VASO VACÍO

28.Dic.2016

 

Tengo un ex colega que es un "optimista global" y todos los fines de año nos manda sus "top ten": hechos, hallazgos, perspectivas, que hacen al mundo "cada vez más integrado y más próspero". Este año, bajo el acápite "Un mundo mejor para más gente", inventarió las siguientes cifras de los países en desarrollo, que había publicado previamente en otro artículo (*):

  • Individuos en condición de pobreza: 33% menos (1981-2012)
  • Ingreso per cápita: 2,7% crecimiento anual compuesto (1960-2015)
  • Expectativa de vida al nacer: 22,2 años adicionales (1960-2014)
  • Matrícula neta en educación primaria, ambos sexos: 107% más (1960-2014)
  • Alfabetización femenina: 30% más (1960-2014)
  • Mortalidad infantil cada 1.000 nacidos vivos: 118 menos (1960-2014)

 

RENCOR Y FRUSTRACIÓN

 

A escala global, yo comparto su optimismo. Me acuerdo del "calendario cósmico" que popularizó Carl Sagan, en el que la historia humana ocupa el último minuto del último día del último mes del año cósmico (el 31 de diciembre a las 23:59 horas), y debo admitir que en tan escaso tiempo avanzamos bastante (no pudimos todavía dejar de matarnos entre nosotros, pero es un detalle). En cambio, a escala nacional, estoy desbordante de pesimismo, rencor y frustración. Miro a mi alrededor, leo los diarios, observo los comportamientos colectivos, y lo que veo es deterioro, en las cosas y en las gentes, material y espiritual, así entre los ricos (cada vez más ricos) como entre los pobres (cada vez más pobres). Será, en parte, señal de incipiente vejez ("cualquiera tiempo pasado fue mejor"); pero también hay evidencias duras de anomia, empantanamiento y aún retroceso de la comunidad nacional. El objeto preferente de mi inquina es, por cierto, el gobierno del Frente Amplio: los 12 años perdidos entre el populismo y la revancha, la mediocridad y la soberbia; y ni que decir de los 27 en Montevideo, mezcla explosiva de improvisación e ineptitud. Los gigantescos fracasos que viene acuñando la coalición en el poder, habrían de merecer el repudio de una ciudadanía lúcida; pero el embrutecimiento general, sumado (¡ay de mí!) a la falta de atractivo de la oposición, dan por resultado que el Frente Amplio siga renovando su mayoría absoluta. ¿Cuánto más puede aguantar este país sin desaparecer en un agujero negro?

Ensayar el catálogo de las desgracias que nos afligen sería interminable. En su lugar, elijo revolver la herida, pegar en la matadura, e insistir una vez más sobre las venas más abiertas de este sufriente país, por las que se derrama generosa la sangre de los contemporáneos, pero se drenará también, inexorablemente, la de un par de generaciones por venir.

 

EL DOLOR DE YA NO SER

 

El indisputable primer lugar de las vergüenzas frenteamplistas se lo lleva la educación, con agravantes: (i) pega en todos los demás déficits; (ii) tarda 10-15 años a partir del "día cero" en dar frutos; (iii) no hay una terapia en curso; su cuerpo inerme es custodiado por ángeles de la muerte, Netto y los talibanes del gremio, que asisten imperturbables a su descomposición, pese a que el hedor ya ofende aún a las narinas menos sensibles. ¿Agrega algo recordar que Mujica (el padrino de Netto) prometió "educación, educación, educación"? ¿Agrega algo evocar el "cambio de ADN" que prometió Vázquez? Sí, agrega vergüenza y complicidad a quienes vuelvan a votar al Frente en 2019. Frase célebre del Sordo González, para darle dimensión global al naufragio: "En este mundo vertiginoso, para quedarse en el mismo lugar, hay que correr".

 

VERDES DE COMER PASTO

 

El segundo lugar en la lista de infamias nacionales se lo doy a la pobreza, tras una década de irrepetible crecimiento económico. Elijo para graficarla unas declaraciones que formuló días atrás la subsecretaria del ministerio de Salud Pública, Cristina Lustemberg, recordando que "el 40% de los niños nace en el quintil 1", o sea, el 20% más pobre. En igual sentido, la Encuesta Continua de Hogares 2014 del INE, registra que el 50% de los niños entre 0 y 11 años vive en ese mismo quintil, el más pobre. ¿Comerán pasto esos niños? ¿O discursos de Tabaré? ¿Y si les tiramos las sobras del quincho de Varela? Digan lo que quieran del Gini, del MIDES, del FONDES y de la perra Manuela: en Uruguay, la mitad de los niños nacen pobres; y como la educación no provee, crecerán pobres; y en tanto siga sin proveer, morirán pobres. Fuera del mundo "cada vez más integrado y más próspero" de mi ex colega; en los márgenes; marginados; marginales. Frase célebre a este propósito, de F.D.Roosevelt: "Un país es tan rico como el más pobre de sus ciudadanos".

 

LA MADRE QUE NOS PARIÓ

 

Tercera vergüenza frenteamplista podría ser la seguridad, o la infraestructura, o la calidad del empleo, o la primarización de la matriz productiva, o el atropello (milimétrico, insidioso) a las libertades públicas, o el presupuesto cero al Poder Judicial, o los negocios con Venezuela, o la inserción internacional, ¡o Montevideo!, o los escándalos de PLUNA o ANCAP, o la deuda externa, o las cárceles, o tantos etcéteras. Pero elijo otra que exhibe también el agravante de incidir decisivamente en todas las demás: la reforma del estado (en rigor, la ausencia de reforma; o "el estado del Estado"). Debo recordar que Vázquez prometió librar ésta, que sería "la madre de todas las reformas", pero al cabo de dos períodos de gobierno (el primero propio y el segundo de Mujica, ambos apañados por Astori), había 60 mil funcionarios públicos más, sin sospecha de correspondencia con mejores servicios públicos. El estado del Estado es decisivo para la suerte colectiva porque el Estado es el principal empleador, el principal contratista, el principal avisador, el principal educador, el principal sanador, el principal constructor, el principal custodio de nuestra seguridad, el proveedor monopólico de servicios esenciales, el recaudador de impuestos, el gran, grandísimo hermano Estado. Hasta Ignacio de Posadas, que hace gárgaras contra el Estado, hace también negocios y se enriquece con el Estado (la contracara del peón zanjero). Frase célebre, creo que de Manuel Azaña pero no estoy seguro: "El Estado sirve para mejorar la condición de los ciudadanos, o no sirve para nada".

 

¿SERÁ SOLO LA ECONOMÍA, ESTÚPIDO?

 

El gobierno termina el año como la mona en cualquier área que se mire en serio, pero el país no está en llamas; solo nos dirigimos cansinamente hacia la disolución. El medio puntito de crecimiento, más una buena temporada, le otorgan unos meses de sobrevida. Como no sale el TLC con China, ni la regasificadora, ni las PPP, ni el petróleo (a Vázquez solo le falta aspirar al premio Nobel), el gobierno tiene todas las fichas puestas en la tercera planta de celulosa. Me dicen que esa sí sale: que si no se consigue plata por ahí (los famosos mil millones para infraestructura), la obra pública necesaria sería financiada por los propios finlandeses, en tanto la verdadera riqueza son los árboles, que ya están, más las 800 mil hectáreas de aptitud forestal todavía disponibles. Si sale la pastera en 2017, llegan al 2019 en parecidas condiciones que las actuales; lo que alcanzaría para ganar, si la oposición llega al 2019 en parecidas condiciones que las actuales y si, como dijo el gringo aquel, "es la economía, estúpido". Hago votos para que, de aquí a entonces, seamos capaces de conjugar la severa e irrenunciable crítica a este gobierno decadente, con una propuesta capaz de despertar ilusión y entusiasmo en una comunidad anestesiada. Feliz 2017.

(*) http://www.diplomaticourier.com/need-moonshot-sdgs/



Más artículos de Acuerdo Grande

05.Ago.2018A NOSOTROS NO NOS VA A PASAR

22.Jul.2018FÓRMULA MULTIPARTIDARIA

09.Jul.2018FRENTE AMPLIO INTELIGENCIA

24.Jun.2018OTRA VEZ "PELIGRAMOS GANAR"

10.Jun.2018MÁS O MENOS COALICIÓN