Sendic es cadáver político; la suerte que corra en la justicia penal interesa solo a familiares y amigos. Sus mentiras, torpezas, contradicciones, marchas y contramarchas, engrosarán el anecdotario de estos años oscuros, pero ya no ocuparán la atención pública. En cambio, resulta interesante inventariar lo que quedó en la playa tras el paso del "Huracán Raúl".
EL DICTAMEN DEL TCP. Impecable. Testimonio de un país que no existe más, pero también de un Frente Amplio que no existe más. La apresurada renuncia de Sendic, seguida de un cuarto intermedio que insumió cuatro horas de negociaciones, logró evitar que el Plenario considerara el dictamen y quedaran en evidencia las discrepancias que había a su respecto. Pero no pueden ignorarse las manifestaciones de dirigentes de primera línea que, en las previas, manifestaron su apoyo al después renunciante y su discrepancia con el fallo del Tribunal.
LA DECLARACIÓN DEL PLENARIO. Puro "viru-viru"; basura política, sintaxis críptica, solución de compromiso. Hueras invocaciones a la unidad, cuando lo que está en pantalla no son los líos internos del Frente Amplio, sino la conducta de sus gobernantes. Queda clarísimo que al "colectivo" se le pasó el cuarto de hora. Sin dirigentes de talla en los partidos y grupos que lo forman, ni mucho menos entre los "independientes", tampoco pueden sortear la crisis de liderazgo con la mística original, que Sendic terminó de sepultar bajo empresas fundidas, títulos inexistentes y tarjetas corporativas. Les queda el poder, glamoroso y seductor caballero (preguntale a Sendic).
MUJICA Y VÁZQUEZ. Veletas y oportunistas, no fueron consecuentes ni en lo personal ni en lo político. Naturalmente, ambos siempre dispusieron de información privilegiada sobre la actuación de Sendic, que ambos patrocinaron y estimularon. Y ambos están igualmente comprometidos con el auge y caída del personaje a quien, en el breve espacio de un mes, apoyaron y defenestraron con idéntica convicción. Vázquez se dirige cansinamente hacia su retiro, y este episodio le complica la vida por donde se lo mire. Mujica sigue siendo ambiguo respecto a su candidatura, y la renuncia de Sendic fortalece su posición en el parlamento y por tanto en el gobierno, obligando a Vázquez a tratarlo (a él y a su cónyuge) con especial delicadeza y consideración. Nada bueno puede resultar para el país.
EL GOBIERNO. Del otro lado, el acrecido poder del MPP en el parlamento redobla sus obligaciones de lealtad con el gobierno. Pero para compensar, ahí están los 4 diputados y 1 senador de la 711, talibanes raulistas sin ningún futuro político (y de León comprometido judicialmente) que, como es natural, quedaron peleados con el resto del F.A., aunque no se vayan (no tendrían dónde). La incertidumbre legislativa, sumada a la notoria falta de agenda ejecutiva, decretan la temprana clausura del gobierno, que no alcanzaría a disimular un triste "memorándum de entendimiento" con UPM.
EL PAÍS. En lo que toca a la marcha general del país, la renuncia de Sendic es irrelevante, como lo fue su actuación vicepresidencial (ojalá pudiéramos decir lo mismo de su presidencia de ANCAP). La medida del episodio la dieron los cuatro gatos que se juntaron en Colonia y Ejido para manifestarle su apoyo. El domingo de noche ya casi no quedaban rastros de la noticia en los portales de los diarios de la región; y ni que decir de los países centrales. Algunos analistas se preguntaban si estos movimientos tendrían impacto entre los inversionistas. Yo supongo que no todavía, hasta que se vea el curso que tome el gobierno y el parlamento. Lo que nos devuelve a los apuntes anteriores, y al que sigue.
TOPOLANSKY. Sendic cayó por acumulación de faltas: ANCAP, título, tarjetas, cuyo denominador común fue el abuso de poder y la mentira (la justicia penal podrá agregar otras figuras). Topolansky, por sí y por interpuesta persona de su cónyuge, participa de esos cargos. Muy específicamente, dijo que vio el título de Sendic, lo que la tacha de mentirosa. Haciendo abstracción de su biografía (en homenaje al electorado que la votó), no parece una carta de presentación muy alentadora para el ejercicio de su nuevo cargo, que exige el respeto y la credibilidad de sus pares. Tampoco parece fácil la interacción con Vázquez, ya por sus disímiles características personales, ya porque Vázquez dijo que su esposo decía estupideces. En adición, Topolansky también tiene vocación y perfil mediático de modo que, salvo que se cosa la boca con alambre, cabe esperar regulares tormentas. Y finalmente,
LA OPOSICIÓN. La prensa fue protagonista de las revelaciones sobre el título y las tarjetas de Sendic. Pero la oposición viene cumpliendo con destacable solvencia su función de controlar al poder y denunciar sus desvíos, como lo acreditan las denuncias penales sobre ANCAP, ALUR, los negocios con Venezuela, y ahora ASSE; además de las interpelaciones, los llamados a comisión y los pedidos de informes que se tramitan con saludable ritmo. Y con tanta sobriedad y responsabilidad, que guardó pudoroso silencio en la recta final de este capítulo, una vez conocido el fallo del TCP y hasta pasado el plenario. En ese orden, la declaración del Comité Ejecutivo del Partido Colorado fue ejemplar. Los voceros del gobierno reclaman y critican la ausencia de propuestas alternativas: doblemente falso. La oposición formuló sus programas y propuestas en la pasada campaña, y allí están para quien quiera revisarlos; y actualiza permanentemente sus aportes en el trabajo legislativo, y también cuando el gobierno, fingiendo interés, la convoca a instancias de diálogo específico, como ocurrió con el tema seguridad. Estamos a mitad de período; el año que viene ya es pre-electoral, de modo que será tiempo de reformular propuestas hacia el futuro. Pero ahora (y siempre) es tarea irrenunciable de la oposición controlar y denunciar, investigar, revisar, escrutar, protestar. Y más que nunca cuando quienes ocupan el poder exhiben tan frágil apego a las formas republicanas y democráticas de gobierno ("Ofrezco prueba").
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