El Dr. Saeb Erekat (65), Secretario General del Comité Ejecutivo de la OLP, miembro del Comité Central de Al Fatah y figura central de la Autoridad Palestina, fue trasladado este domingo de urgencia al Hospital israelí Hadassah en la capital, Jerusalem, al deteriorarse su estado, varios días después de contraer Coronavirus. A pedido de la Autoridad Palestina, una ambulancia israelí lo recogió de su casa en la ciudad de Jericó en Cisjordania, lo trajo a Hadassah y Erekat fue internado en el CTI del departamento de Coronavirus.
Este lunes la oficina de la portavoz de Hadassah informó que si bien había pasado una noche tranquila, grave pero estable, a la mañana se había deteriorado. Según el último informe, se halla en estado crítico y conectado a un respirador artificial. Su situación es sumamente compleja porque Erekat pasó hace 3 años trasplante de pulmón.
Esta situación detonó por un lado críticas y comentarios de todo tipo en el mundo árabe, y por otro, un fuerte debate en la opinión pública israelí.
Los primeros en reaccionar en las redes sociales con sarcasmo a la internación de Erekat en Israel, fueron justamente ciudadanos de los Emiratos Árabes Unidos y de Bahrein,países a los que los palestinos, también el propio Erekat, condenaron duramente por haber anunciado que firmarían la paz con Israel. Erekat, entre otros, aseguró que la normalización de relaciones con Israel es una "puñalada llena de veneno a la causa palestina". Y quiso el destino que simbólicamente, el mismo día en que se firmó en Manama, Bahrein, el acuerdo de paz entre el reino e Israel, además de otros 7 acuerdos de cooperación bilateral, Erekat estaba siendo tratado en un hospital israelí.
Esto, mientras por decisión de la Autoridad Palestina meses atrás, al cortarse la coordinación con Israel, Ramallah bloquea la transferencia de enfermos palestinos a hospitales israelíes.
Debate ético y político
En Israel, la autorización oficial al máximo nivel dada para recibir a Saeb Erekat en el hospital Hadassah, desató un debate con varias aristas interesantes. Y la verdad, en cada una de las posturas, a favor y en contra de su internación en Israel, podemos encontrar lógica.
La discusión central va más allá del conflicto general con la Autoridad Palestina, su incitación anti israelí que apunta a demonizar al Estado judío, su discurso de apoyo al terrorismo e inclusive con elementos claramente antisemitas. Las críticas de aquellos políticos que se oponen a la hospitalización de Erekat en Hadassah, es también particular, por el papel que él mismo ha jugado en incontables oportunidades en su guerra diplomática y política contra Israel, mediante distorsiones y peligrosas mentiras.
En el 2002, cuando Israel lanzó el operativo "Muro defensivo" contra la infraestructura armada de los grupos terroristas Hamas y Jihad Islámico en Cisjordania, a raíz de la continua recurrencia de atentados suicidas contra blancos civiles israelíes (la gota que rebasó el vaso fue la explosión de un terrorista suicida en el hotel Park de Natanya en la noche de la Pascua judía, en la que murieron más de 30 civiles, varios de una misma familia) uno de los operativos fue contra la base de dichas organizaciones en el campamento de refugiados de Jenin. Saeb Erekat afirmó que Israel había cometido una "masacre" y había matado a 500 palestinos inocentes, por lo cual le acusó de crímenes de guerra. Al terminar los enfrentamientos en Jenin quedó en claro que lo ocurrido había sido algo totalmente distinto. Habían muerto entre 53 y 56 palestinos, la enorme mayoría miembros de los grupos terroristas, y 23 soldados israelíes, lo cual confirmó que lo que había habido allí era un enfrentamiento armado, un combate entre el ejército israelí y los grupos terroristas.
El daño que causó Erekat con sus acusaciones infundadas, no se olvidó en Israel.
También se recuerda que acusó a Israel en diferentes ocasiones de aplicar una política de "apartheid". Al parecer, si pidió ser trasladado a Hadassah, es porque sabe que eso no es cierto, y tenía claro que lo atenderían bien.
Erekat se ha manifestado en diversas ocasiones en forma elogiosa respecto a terroristas responsables de atentados, a pesar de haber participado durante años en todas las rondas de negociaciones con Israel.
Según un informe de la organización "Stand With US", publicado cuando la Universidad de Harvard nombró a Erekat para encabezar una cátedra de Diplomacia, fueron numerosas las actitudes de dicha figura palestina que no lo hacían merecedor de ello.
Así decía el informe:
-Erekat llamó a una ola de acuchillamientos mortales, embestidas con automóviles y disparos protagonizados por terroristas palestinos, contra civiles israelíes, como "autodefensa".
- Dijo "nunca reconoceré a Israel como un Estado judío"
-Equiparó a Israel con ISIS en múltiples ocasiones
-Alegó tener evidencia arqueológica clara de que la antigua presencia judía en Jerusalem era "un invento"
Y agregó el ya mencionado ejemplo de Jenin.
Todo esto es más que cierto. Lamentablemente cierto. Que la Autoridad Palestina discrepe con Israel y tenga sus críticas, es una cosa. Que lo demonice inventando mentiras que envenenan a quien las oye,ante todo a los propios palestinos, es otra muy distinta.
Nada de esto fue olvidado en Israel. Las autoridades lo tienen muy claro.
Aún así, aprobaron que se interne a Erekat en Israel. Y no nos sorprende. Esta ha sido siempre la actitud de Israel. Hasta familiares del jefe de Hamas Ismail Haniya han recibido tratamiento médico en Israel.
Entre los políticos , tanto de coalición como de oposición, hubo quienes opinaron que se lo debía recibir pero condicionando su hospitalización, como gesto humanitario, a otro gesto humanitario: que Hamas devuelva los cuerpos de los cuatro israelíes que tiene retenidos en Gaza: dos soldados que mató en la guerra del 2014, uno de ellos durante un cese de fuego humanitario convocado por la ONU, respetado por Israel y violado por Hamas, un civil israelí judío y otro civil israelí musulmán, ambos con cierto desequilibrio mental al parecer, por el cual cruzaron en su momento a Gaza por su voluntad, sin comprender lo que podría ocurrirles. Hamas los detuvo y nunca los devolvió.
Sí, todo esto enfurece.
Yo también, en algún momento me pregunté si acaso el enemigo merece la compasión propia de Israel. Pero a decir verdad, prefiero siempre estar del lado en que esas actitudes solidarias son posibles y naturales, y no del otro, donde la vida no siempre parece tener el mismo valor.