En 1918, Ernest Rutherford demostró la existencia del protón, una partícula subatómica. Logró con ello realizar la primera transmutación de materia de la historia, de nitrógeno a oxígeno. También en 1918 se dio en Córdoba, Argentina, la Reforma Universitaria, que se extendió rápidamente a Universidades de toda Latinoamérica, y tuvo como principios fundamentales la gratuidad de la enseñanza, el ingreso irrestricto, el cogobierno, la autonomía y la extensión.
La humanidad, desde entonces, conoció muchísimos avances: cruzó en avión el Atlántico por primera vez, descubrió la penicilina, conoció la televisión, la energía atómica, llegó a la Luna, disfrutó de la bikini, diseñó autos veloces, perfeccionó el preservativo, avanzó en biotecnología, desarrolló la www, conectó el mundo en un segundo, y miles de otras cosas que cualquiera de nosotros podría mencionar rápidamente. Sin embargo, en toda América Latina, no logramos producir en materia de gestión universitaria una idea más “novedosa” que las generadas en la Reforma Universitaria de 1918. Ha pasado casi un siglo.
Las universidades son unos de los reservorios de la vanguardia intelectual. Gran parte de las ideas revolucionarias surgen allí. En todos los países desarrollados las universidades ebullen de ideas nuevas, ya sea en el plano científico, tecnológico, humanístico, etc. Tenemos la obligación de ser irreverentes, desprejuiciados, audaces, tenemos la obligación de ir más allá. Como académica me avergüenza que no nos hayamos atrevido en un siglo a tocar las vacas sagradas de los principios de la Reforma Universitaria. Ni siquiera debatirlas. No sólo eso, quien se atreve, en los pasillos de la UdelaR a cuestionar levemente la posibilidad de que tal vez acaso sería hora de discutir ligeramente alguno de estos principios, cae irremisiblemente en el agujero negro de “lo facho” y se convierte en anatema.
¿No es hora de empezar a debatir esto? Creo que es hora. Empiezo por algunas líneas. En lo personal, el cogobierno, tal como lo conocemos ahora, me parece un auténtico disparate académico. Los Consejos de las Facultades tienen 5 consejeros docentes, 3 consejeros estudiantiles, 3 consejeros egresados y el decano. Creo que es un disparate. Obviamente, es sólo mi opinión, no estoy pretendiendo imponerla, pero ¿no puede esta conformación al menos discutirse? Busquen los rankings de universidades mundiales. Elijan cualquier criterio que deseen. En los top 100 de las universidades del mundo según cualquier ranking decente que elijan, no hay NINGUNA universidad cogobernada. Ninguna. ¿Es realmente tan fantástico el cogobierno? ¿Podemos nombrar algún logro académico tangible que haya surgido a través de él? ¿No es hora de hacer un balance a casi 100 años de este sistema?
Otro monstruo sagrado: la autonomía. Me parece que es un tema más delicado que el cogobierno. Hay aspectos de la autonomía que me parecen positivos. Permite que la agenda académica no esté supeditada a los intereses de los poderes de turno, algo que es indispensable en el desarrollo del conocimiento. Pero también provoca que la Universidad se encierre en su torre de marfil y deje de rendir cuentas a la sociedad. ¿No es posible tener una comisión mixta, a la que UdelaR deba rendir cuentas por un lado, pero mantenga un comité de notables académicos que puedan operar independientemente? En el primer mundo hay universidades muy bien rankeadas que funcionan con capitales mixtos (estatales y privados). Tienen un comité ejecutivo donde rinden cuentas de la plata, que tiene participación de académicos y privados. Y también tienen un comité científico, lejos del flujo de la plata, donde se decide la agenda académica. No es simple igual el equilibrio de poderes para que uno se mantenga independiente del otro. Pero es una vía posible.
Un párrafo aparte merece la extensión. Me parece increíble que a la hora de los ascensos sea un rubro en el que se nos evalúa. La propia UdelaR no tiene claro de qué se trata: basta ver la definición que damos nosotros mismos http://www.extension.edu.uy/que_es_extension .
Mientras tanto, le damos poca bolilla a lo que todo el mundo civilizado considera importante. La producción científica de UdelaR da vergüenza, está MUY por debajo de los estándares internacionales. Son escasísimos los casos en que se penalice de algún modo la baja producción científica. Ojo, es bueno que haya gente de la Universidad que se relacione con el medio y se produzca algún tipo de retorno de lo que la sociedad invierte en nosotros. Pero no lo que mayormente es considerado extensión en UdelaR, que a veces raya lo ridículo.
Por otro lado, no le damos la misma importancia a estimular fuertemente el publicar asiduamente en revistas de calidad. ¿Acaso no sabemos los universitarios que eso es prioridad en cualquier centro académico desarrollado del mundo?
Para concluir, es posible que en 1918, la Reforma haya sido un avance. Pero que un siglo después no podamos siquiera discutirla, definitivamente no lo es. ¿No es hora de reformar la Reforma?
Buen aporte. Es necesario cuestionar la forma de gestión de nuestra UDELAR. El cogobierno era más lógico cuando esta sociedad estaba mucho más politizada. La sociedad ha cambiado, la militancia ha caído en picado y, sin embargo, las estructuras han quedado. Ya en el 95 cuando fui consejero estudiantil, actuábamos bastante en solitario. Hoy como egresado me resulta infame que en cierta forma me obliguen a votar (en blanco, obviamente). Ahora bien, recuerdo que desde el consejo los estudiantes dimos unas cuantas batallas para abrir grietas en el corporativismo docente y no sé si estas batallas hubieran sido más eficaces si no existiera el cogobierno. Quisimos echar al Inca y no nos dejaron simplemente porque era de ADFI. Tal vez ese corporativismo que invita a hacer la plancha sea más dañino que el cogobierno. Saludos y bienvenidas estas invitaciones a revisar lo que evidentemente hay que mejorar.
En cuanto a la gestión, creo que la realidad en la udelar muestra que su calidad depende del servicio universitario. Hay servicios que funcionan razonablemente (por ejemplo: fing), mientras que otros no tanto. De todas formas, el cogobierno busca involucrar a los universitarios con la institución. Los docentes no son tan sólo funcionarios ni los estudiantes sólo usuarios: son personas que pueden aportar a la mejora continua de la institución. Idealmente, es un modelo bastante democrático y transparente de gobierno. Además, al menos en algunas universidades privadas de Uruguay el modelo más "gerencial empresarial" resulta más ineficiente, justamente porque se toman decisiones sin consultar a los involucrados (por ejemplo, cambiar fechas de evaluaciones sin consultar siquiera a los docentes responsables).
Por otro lado, me parece que la autonomía no es tan sagrada. Incluso hay gente de izquierda que defiende el caso cubano, donde no existe nada de autonomía. Se podría ensayar una solución como la que planteás, aunque hay que resolver algunas cuestiones típicas de nuestro país, como que el equipo científico esté conformado por gente del exterior, dado que casi todos los científicos del Uruguay están vinculados a la udelar en mayor o menor medida.
La extensión no es un invento nuestro, ni siquiera latinoamericano. Existe en el primer mundo también: desde el d-lab del MIT hasta los universitarios daneses que recorren escuelas hablando de ciencia. El tema es que no le ponen una etiqueta, nada más. El rango de actividades que se realizan afuera es similar a lo que sucede acá también: desde convenios con empresas hasta divulgación científica. La diferencia es que nosotros nos creamos el problema de ponerle nombre a todo eso, con lo cual nacen todas las discusiones sobre qué es o no extensión.
Con respecto a la producción científica, vuelvo de nuevo a lo anterior: no tiene sentido compararse con instituciones de mucho mayor tamaño y presupuesto. Habría que normalizar la medida. Además, la realidad indica que no es el "modelo udelar" el que no funciona, sino su implementación en algunos servicios universitarios. Facultades como fcien y fing parecen no andar tan mal. Por lo que tengo entendido, fmed y fq tampoco.
Finalmente, comparto totalmente que nos falta pensamiento crítico en algunos temas. En general, nos acomodamos al sistema y lo dejamos tal como está, aunque quizá criticándolo de palabra. Sucede lo mismo con elementos más puntuales, como docentes que son renovados casi automáticamente, a pesar de que sea público que su nivel académico no corresponde a su grado. Para cambiar eso no es necesario cambiar la gestión cogobernada, sino que los colectivos de docentes y estudiantes decidan. La reforma de la Reforma sólo puede funcionar si es consensuada.
El cogobierno es nefasto. Para empezar, los funcionarios no docentes no forman parte, cuando en realidad son, mal que les pese a muchos, quienes evitan que la udelar se desmorone. Pero así formen parte, el cogobierno atenta contra toda intención de obtener buenos resultados académicos. Es un mostruo burocratico en manos de personas interesadas más en la política que en la academia. Y peor, más interesadas en trepar y catapultarse que en mejorar la udelar.
Ahora, ud. dice que la udelar publica poco, o casi nada. Es cierto. Sabrá que menos aún, publican las universidades privadas de este país, que de paso cañazo le recuerdo que no tienen cogobierno.
Y agrego: no sería hora de cuestionarnos también la gratuidad, que ya no existe como tal ya que nos cobran el FDS y su compañero el Adicional?? (encima del IRPF, por supuesto)
Y no sería bueno cuestionarse el ingreso irrestricto? Necesitamos tantos egresados de todas las profesiones? No necestiaremos más de unas que de otras?
No se, son cosas a pensar y evaluar...
Soy egresado de la FING, y la formación que me dio no me alcanza ni para empezar en el mercado laboral. Viva el cogobierno, la extensión y la autonomía, pero a mi no me ayudaron en nada.
100 % de acuerdo.
Resalto el 'poner el tema sobre la mesa', el puntualizar algunas cosas que debemos discutir y, por supuesto, la predisposición al debate positivo que caracteriza a la autora. Sin embargo no veo planteamientos o alternativas concretas (no hablo de desarrollos, ya que cualquiera de estos temas da para muchos artículos por sí solo), tan solo alguna aproximación.
Saludos.