Ni impuestos ni chicanas
José Carlos Cardoso*
El Poder Ejecutivo plantea en el Presupuesto un incremento de la Contribución Inmobiliaria Rural.
El Partido Nacional dijo en la campaña electoral que no pretendía aumentar impuestos, ni nacionales ni departamentales. Es necesario dejar fluir la economía en un momento en que la bonanza cede. El gobierno anuncia la recesión al presentar un inédito presupuesto quinquenal "a dos años" porque no sabe cómo vienen de complicadas las cosas en el futuro, porque el país dejó de crecer al ritmo que lo estaba haciendo. Crecimiento es generación de empleo, flujo de recursos en la economía, mejor nivel de ingresos de la gente. La economía del Uruguay dejó de crecer al ritmo que lo hacía y se espera un modesto 2%. Comenzó un proceso que los economistas denominan de "enfriamiento".
¿Es el momento de poner nuevos impuestos? No. Estamos convencidos que no se debe aumentar presión impositiva. El gobierno anterior asignó una parte importante del Impuesto al Patrimonio para distribuir entre los gobiernos departamentales para atender el sensible asunto de la caminería rural. Pero eso cayó. Ahora rentas generales se quedó con el recurso. Entonces empieza la batalla de nuevo para saber con qué dinero se atenderá esa necesaria obra pública. Otra vez los intendentes "mirando para la fiambrera" donde el Gobierno guarda los recursos que recauda. Al socialista Alvaro Gracia se le ocurrió que si es plata para el interior es mejor que paguen un nuevo impuesto los del interior. Entonces propuso quitar parte de la exoneración de la Contribución Inmobiliaria Rural. Las intendencias recaudan el impuesto de contribución inmobiliaria rural, pero no lo fijan. Mientras esto ocurre, el mismo Presupuesto trae transferencias directas para obra pública en "la muy fiel y reconquistadora". Para que de esta manera se confirme aquello que los "más ricos sean los más privilegiados". Es Montevideo el Departamento más rico del Uruguay y es a ese, que sin aumentarle impuestos, el gobierno le asigna recursos que le quita al interior. El ex Presidente Mujica había anunciado que el impuesto al Patrimonio ya no iría para el mantenimiento de la caminería..."hay que pelearlo de nuevo". Ahora está en Rentas generales y es desde allí donde dicen que no tienen recursos. Cosa e'mandinga.
Es comprensible la preocupación de los intendentes. Además hay riesgo de recorte de las partidas que son las que hacen funcionar a la economía departamental. ¿Qué significan las transferencias que obliga la Constitución? Por ejemplo, Rocha tiene un presupuesto de cincuenta millones de dólares de los cuales un poco más de veinte son de trasferencias. Montevideo también recibe.
Si el gobierno central anuncia que recortará, que enviará menos plata a los gobiernos departamentales, se tiene que hacer cargo en una discusión con los intendentes. Con ellos y con el Parlamento. Esta discusión la hemos tenido ya en el pasado. Tenemos por delante un camino muy difícil y empedrado. Los intendentes no deberían descansarse en que los legisladores votemos aumentos de impuestos mientras el mismo gobierno - que recorta las partidas - mantiene un gasto público excesivo. No hay espacio para aumentar carga impositiva de ninguna naturaleza. El camino es que el Gobierno Nacional apriete el cinturón y disminuya los gastos excesivos. La plata dilapidada sin ningún impacto social. Alas U -que no vuela- ya gasta un millón de dólares en gastos de funcionamiento y la plata la pone el FONDES y viene del BROU. Recibió 8 millones de dólares y espera 7 más y tiene un solo avión que permanece en tierra. AFE no transporta pero mantiene su presupuesto alto y sigue contratando funcionarios. Las perdidas permanentes de ANCAP ya son popularmente conocidas. El gasto político sigue creciendo y ahora se propone sueldo sin topes a los Asesores de Ministro. Para algunos la fiesta continúa en el salón principal. Las Intendencias aparecen en la primera línea del recorte. Son los que pagarán los primeros costos
Defenderemos con toda potencia la indefectible distribución de los ingresos que plantea la Constitución de la Republica y que el Poder Ejecutivo no puede eludir. Seria birlar el interés general, poner a los departamentos de rehén con el solo afán de llevar al parlamento a votar nuevos impuestos. Juego sucio. Ni impuestos ni chicanas.
*Senador de la República
?