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Opinión en Asamblea

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Hacia un país posible

Sobre el autor

Alfredo Asti tiene 70 años, 2 hijos y 3 nietos. Es Contador Público jubilado y desde 2005 Diputado Nacional por Asamblea Uruguay-Frente Amplio. Integra las Comisiones de Hacienda; Transparencia, Lavado de Activos y Crimen Organizado; Municipales y Descentralización; Investigadora de Financiamiento de Campañas Políticas, integrada de Presupuesto y Hacienda, etc. Es vicepresidente del Parlatino por Uruguay. Desde julio de 2000 hasta febrero de 2005 fue Director General del Departamento de Recursos Financieros de la Intendencia de Montevideo. Frenteamplista independiente desde 1971, miembro de la Dirección del Movimiento de Frenteamplistas No Sectorizados (1985-1994), Co-fundador de Asamblea Uruguay en 1994.

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Educación:pasaporte hacia un futuro de equidad

04.Ago.2017

Luego de un arduo trabajo de varias semanas en Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda, en la noche del pasado miércoles 2 de agosto, la Cámara de Representantes, mediante el diálogo y la negociación con legisladores de otros partidos políticos, alcanzó la mayoría necesaria para la aprobación en general de una nueva Rendición de Cuentas.

La prioridad indiscutible en esta Rendición de Cuentas es, sin lugar a dudas, la Educación, la cual percibe las mayores asignaciones presupuestales para ser designadas, entre varios destinos importantes, al necesario aumento real de los salarios docentes. Recordemos que el PBI para la educación ha pasado del entorno del 3% al inicio del primer período de gobierno progresista a un 4.8% en el año 2016, alcanzando un 4.9% este año y llegando a más de un 5% para el 2018 según proponemos en esta Rendición de Cuentas. Asimismo, es imposible desconocer que en tanto el país tuvo un crecimiento sostenido, el PBI se duplicó, por lo cual el dinero disponible para el gasto en educación es aún mayor.

Dicho esto, somos conscientes que aún resta mucho por hacer, pero no cabe la menor duda que la educación fue, sigue y seguirá siendo nuestra prioridad, tal como está plasmado en el programa que votó la ciudadanía, en el que se establece la necesidad de continuar haciendo un esfuerzo presupuestal para la transformación de la educación y el fortalecimiento del sistema educativo público, tendiendo a alcanzar el 6% del PBI hacia el final de período; camino que estamos transitando.

Antes de comenzar a tratar el tema sobre Educación en Cámara de Diputados, nos gustaría realizar algunas reflexiones sobre la misma, para poder tener una idea más clara y precisa de la situación real y de los avances logrados en nuestro país.

No es novedad que cada vez que se habla de educación escuchamos la frase: “Está todo mal”. Sin dudas queda mucho camino por recorrer y mucho por mejorar, pero no todo se puede ver en color blanco o negro y por ello hoy decidimos dedicarnos a demostrar que no todo está mal, que se ha hecho y se ha logrado mucho. Esos logros, se pueden ver reflejados por ejemplo en la reducción de la brecha en el acceso a la educación, lo que indiscutiblemente repercutirá en los próximos años en mayor equidad social.

Uno de los fenómenos más importantes que tienen que ver con la inclusión educativa es el grado de inserción al sistema educativa que se ha observado en la población de menores ingresos. Un dato absolutamente objetivo, es que, en todas las edades, de los tres a los diecisiete años y en términos de inclusión, los quintiles más bajos están participando más en la educación.

En los primeros años de vida, una atención oportuna y pertinente tiene efectos de gran impacto para los niños y las niñas, estos efectos son determinantes para el desarrollo presente y para el futuro. Los niños y niñas que reciben una adecuada atención durante su primera infancia aumentan sus oportunidades de continuar y desempeñar con mayor éxito sus estudios, mejoran sus posibilidades de acceso a la educación superior y, finalmente, pero no por eso menos importante posibilita la formación de ciudadanos solidarios, comprometidos con la comunidad en la que se desarrollan.

El quintil de ingreso se calcula ordenando la población desde el individuo más pobre al más rico, para luego dividirla en 5 partes de igual número de individuos. Con esto se obtienen 5 quintiles ordenados por sus ingresos, donde el primer quintil representa la porción de la población más pobre; el segundo quintil el siguiente nivel y así sucesivamente hasta el quinto quintil, representante de la población más rica.

Hablemos del ciclo Inicial. A partir de 2014 fundamentalmente, la ANEP agregó un nuevo desafío que implica incorporar a los niños de tres años al sistema de educación inicial, lo que nos permite estar en el camino de lograr el acceso universal a la educación inicial de este sector de la población; nada más ni nada menos, lo que sin dudas repercutirá en un futuro en mayor equidad.

Para el nivel de 3 años si bien aún se mantiene una diferencia por quintiles de ingreso, el aumento de la asistencia de los quintiles más bajos es muy significativa, acortando rápidamente la brecha con los quintiles de ingresos superiores.

Los niveles de 4 y 5 años son obligatorios. Se ha ido avanzando en este desafío mediante la ampliación de aulas y con la ampliación e incorporación de nueva cobertura en los jardines de infantes o clase jardinera en escuelas comunes. Hablamos de una opción que hasta hace pocos años no existía en la órbita de la ANEP, aunque sí en los CAIF y en las guarderías y colegios de la órbita privada.

En la actualidad, la asistencia a la educación inicial a los cuatro años asciende a un 94%, por lo que podemos decir que se universalizó a partir del año 2010, con casi igual participación entre los distintos quintiles de ingreso.

Para la edad de cinco años el sistema ha sido universalizado. En la actualidad, prácticamente el cien por ciento de la población de este nivel accede al sistema educativo.

Hoy en día, alrededor de trece mil alumnos asisten al nivel de educación inicial en la ANEP, lo que duplica lo que se observaba en 2010.

Es claro que hay un énfasis en aumentar el acceso a la educación inicial con una mirada a largo plazo. Mirada que todos conocemos, debido a los esfuerzos que ha hecho el país por incorporar el acceso de distintos niveles de población a este subsistema.

En lo que respecta a Infraestructura, en Educación Pública la propuesta en la que se está trabajando pretende generar, en este período, una base de infraestructura para universalizar, desde el punto de vista material, la educación media en el país.

En Educación Media, el crecimiento ya no del total de los centros que ya existían, sino de los nuevos centros en otros puntos del territorio, como liceos, escuelas o institutos tecnológicos por parte de UTU, nos lleva a una globalidad de 65 nuevos centros acumulados desde 2005 a 2017.

En el año 2016 se llegó a 96 obras nuevas de infraestructura y a un total acumulado desde el año 2005 con 463 edificios que han sido obra nueva o ampliación.

En cuanto a la evolución de locales, en Educación Inicial y Primaria, en el año 2005, 134 escuelas y jardines ostentaban la ampliación de tiempo escolar, tanto en la modalidad de tiempo completo, extendido o jardines de jornada completa; en el 2017 estamos en 314, lo que significa 180 nuevas escuelas y jardines.

También nuestro desafío es que los esfuerzos presupuestales que se han llevado a cabo sean visibles para sus actores. En este punto vemos que el salario de los docentes de ANEP, en los últimos diez años, mejoró más que el promedio de los salarios de los trabajadores uruguayos. Entre 2005 y 2016 el salario de los docentes aumentó en promedio 80% en términos reales, proyectando llegar al 2020 con un aumento del 100%. Este incremento en términos reales se hizo partiendo de un nivel muy bajo, lo que impone seguir mejorándolos y en esta Rendición de Cuentas se hace un nuevo esfuerzo para seguir transitando ese camino.

Si analizamos el gasto por estudiante en los distintos niveles de la educación, podemos ver que en ANEP, el aumento fue de 134% en 2016 respecto 2005, pero no solo en ANEP hay un incremento, sino que lo podemos observar en todos los subsistemas, en formación docente el gasto por estudiante aumentó un 132% en el mismo período, en educación técnica se incrementó un 120% y en educación secundaria un 133% entre 2005 y 2016.

También podemos destacar que, en los últimos años, se logró una disminución en la cantidad de alumnos por maestro en las Escuelas Públicas, beneficiando el aprendizaje de los estudiantes: en 2006 eran 28 alumnos por maestro y en 2015 llegamos a 24 alumnos.

Los gastos incrementales discrecionales, es decir aquellos que el Estado puede decidir en este período presupuestales cuánto se pueden incrementar para 2018, implican un aumento sobre la línea base del presupuesto 2015 de aproximadamente 17.000 millones de pesos uruguayos, es decir más de U$S 600.000, de los cuales un 52% corresponde a educación, lo cual confirma sin dejar dudas nuestro compromiso asumido.

Para culminar, reiteramos la importancia del diálogo y la negociación llevada a cabo durante el transcurso del trámite parlamentario que posibilitará aprobar esta Rendición de Cuentas y las normas necesarias para seguir, responsablemente, aumentando recursos incrementales para las áreas prioritarias: Educación, Salud, Sistema Nacional de Cuidados. Y así seguir generando las condiciones para un crecimiento con equidad e inclusión, mejorando la calidad de vida de nuestra gente.