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¿Y por qué no?

¿Y por qué no?

Opinión, enfoques, aportes - Jana Rodriguez Hertz

Sobre el autor

Doctora en Matemática. Grado 5 en Facultad de Ingeniería UdelaR. Investigadora Nivel 2 SNI. Más en twitter: @janarhertz

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Educación, parte 3: Estrategias de largo plazo - Sistema Nacional Docente

01.Abr.2014

Parte 3 de la serie Educación. Ir a parte anterior. [link]

En la columna anterior [1] señalamos que si deseamos mejorar la formación docente no es suficiente proveer de parches nuestro sistema de formación, sino que es necesario conseguir atraer otro público a la carrera, ya que, como se vio, la docencia hoy en día se ha convertido mayoritariamente en una carrera de descarte, y el nivel sociocultural de los aspirantes, según estudios de CIFRA, marca una tendencia descendente [2] . Esto nos lleva a un tema central en la caída del prestigio de la profesión docente: los salarios. En efecto, como indica Eric Hanushek, tanto el nivel de salarios como el criterio de la distribución de los mismos entre los maestros y profesores afecta quién entra y quién se queda en la Enseñanza. Así, mayores salarios y una relación más profunda entre éstos y sus performances como docentes atraería un grupo distinto de personas a la docencia [3].

Si quisiéramos proceder de una manera lineal, aún a pesar del rechazo que causaría esta idea en algunos sectores de la población, y aumentáramos sustancialmente los salarios docentes así, sin más, en el mediano plazo tendríamos un cuerpo docente más calificado. En efecto, si hubiera buenos salarios, habría más competencia para los cargos, e incluso gente que se dedica a otras profesiones consideraría pasarse a la docencia. Por más que genere rechazo, este es ciertamente un método efectivo en el mediano plazo, aunque es caro e ineficiente. Se trata pues, de atender la segunda variable que menciona Hanushek, y es que los salarios no sólo deben ser buenos, sino que además tienen que tener relación con la calidad del docente. Esto no es lo que ocurre hoy en día, donde la única forma de ascender en la carrera docente, tanto en Primaria cuanto en Secundaria, es por antigüedad, es decir, envejeciendo. La falta de posibilidad de ascenso y acceso a buenos salarios de los docentes jóvenes es uno de los factores por los cuales la docencia no atrae un público más vasto y más calificado.

Esta situación, en tanto, no se da así en toda la docencia. En la Universidad de la República, por ejemplo, uno puede ascender, por cuenta de sus méritos en investigación y en dictado de clases. Al menos, el Estatuto Docente así lo estipula. Esto genera otro tipo de estímulo en los aspirantes, dado que no deberán esperar al final de su carrera para tener expectativa de un salario digno e incluso bueno. Esta posibilidad, junto a la exigencia que conlleva subir de grado, sumado a condiciones laborales más ventajosas, otorga otro prestigio a la carrera docente universitaria. Sin embargo, si se quisiera trasladar este procedimiento a ANEP, sólo el reformular la manera en que se asigna puntaje, grado y horas a los docentes llevaría tanto tiempo y esfuerzo de regateo político que probablemente lo volvería impracticable en la vía de los hechos.

Sistema Nacional de Docentes: Una posibilidad sería, en mi opinión, construir un Sistema Nacional de Docentes, que sea análogo al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) [4]. El SNI tiene la tarea de “categorizar y evaluar periódicamente a todos los investigadores, estableciendo un sistema de incentivos económicos y es conducido por una comisión honoraria”. Los docentes serían evaluados periódicamente y categorizados en Niveles 1, 2 y 3 o Candidato, tal como en el SNI, de acuerdo a stándares que son independientes de la antigüedad y de la edad. Y de acuerdo a éstos recibirían un incentivo. Este incentivo no es permanente: se renueva, o no, en cada período de evaluación.

La comisión honoraria que evalúa debería estar formada por Docentes Nivel 3, que tengan una formación sólida y de avanzada sobre los tópicos a ser tenidos en cuenta: investigación, desempeño en clase, trabajo en contextos críticos, formación, y otros que ellos, con su mejor entender, sabrán ponderar. El criterio con que se elija esta comisión honoraria está relacionado con la propuesta presentada en [1], donde se sugiere enviar a formar una élite de docentes a los lugares de vanguardia del mundo, de modo que complementen a los docentes que ya realizan investigación, y están categorizados como investigadores, en el país (ver [1]).

Sistema Nacional de Becas: El Sistema Nacional de Docentes (SND) se complementaría con un Sistema Nacional de Becas, que tendría como función facilitar la formación de aquellos docentes que deseen ingresar al SND. En efecto, el actual régimen salarial no sólo dificulta sino que imposibilita a los docentes continuar su formación y realizar cualquier tipo de investigación. Un docente Grado 4 (es decir, entre 12 y 16 años de antigüedad) que trabaja 20 horas semanales percibe un salario nominal de aproximadamente $20.000, variando ligeramente según sea Maestro, Profesor Titulado 1ero o 2do ciclo, Tiempo Extendido o no. En todos los casos, reciben un sueldo líquido de alrededor de $15.000. Esto provoca que los docentes tengan dos y a veces hasta tres trabajos.

El salario docente sólo incluye las horas de clase más unas horas de coordinación, pero no incluye: tiempo de preparación de clase, corrección de deberes o trabajos en clase, reuniones de padres, y otro tipo de actividades. Por supuesto que de este modo, un docente que tenga dos trabajos no dispone de tiempo para continuar su formación. El acceso a las becas del SNB debería priorizar a aquellos docentes que están ingresando a la profesión y, desde ya, tener en cuenta las calificaciones del aspirante. Esto se convertiría en un estímulo para un mejor desempeño estudiantil. Pero debería también reservar una proporción para otros docentes en ejercicio, de modo de estimular la formación continua y alentar al docente a su incorporación al sistema.

La clave de todo: la escala y la calidad. Para que este Sistema Nacional de Docentes y Becas genere un verdadero impacto en la calidad global de la enseñanza es clave la escala a la que esto se pueda llevar. Y eso, naturalmente, dependerá del presupuesto del que se disponga. En principio, una Beca Docente debería ser aproximadamente un cargo Grado 1, 20 horas, de modo de permitir al aspirante a formarse mientras tiene sus otras 20 horas de clase. De modo análogo, los distintos niveles deberían proveer al docente de un Incentivo equivalente a 20 horas de trabajo de determinados escalafones, no necesariamente correspondientes al que ya tiene el docente. Este incentivo no será incorporado a su salario, sino que el desempeño y formación de los docentes será evaluado periódicamente. El Nivel del SND debería pesar a la hora de los concursos.

Es evidente que no todos los docentes podrán ingresar al SND; por un lado, porque no todos estarán en condiciones de cumplir los requisitos, por otro, porque no hay recursos suficientes. Algo análogo ocurre con el Sistema Nacional de Investigadores, no todos los docentes universitarios del país están en él, sino un poco menos del 10% [6]. Deberá estudiarse a qué escala puede llevarse el Sistema Nacional Docente para generar el impacto deseado. De todos modos, el sistema debería proveer de estímulos suficientes como para que un docente formado y bien evaluado por sus pares pueda alcanzar un salario razonablemente bueno sin necesidad de tener una antigüedad altísima. Y deberá proveer de la posibilidad de formarse a aquellos que cumplan con determinados requisitos.

Por supuesto que hay que atender el tema escala. Hay alrededor de 68mil docentes en ANEP [7]. Pero si quisiéramos becar al 10% con cargos Grado 1, 20 hs, eso costaría un poco menos de 62 millones de dólares anuales (U$S 9035 por persona por año). No parece algo descabellado en un presupuesto de más de 2.200 millones de dólares. Por otra parte, si categorizáramos, como en el Sistema Nacional de Investigadores, el 10% de los docentes y los distribuyéramos en proporciones y categorías semejantes a las del SNI, tendríamos las categorías Candidato (Grado 3, 20hs), Nivel 1 (Grado 5, 20hs), Nivel 2 (Grado 6, 20hs) y Nivel 3 (Grado 7, 20hs), en proporciones 50%, 30%, 15% y 5% respectivamente. Eso nos significaría un costo anual de un poco más de 74 millones de dólares. Ver tabla:

Es decir, que con aproximadamente 136 millones de dólares anuales, un 6% de nuestro PBI educativo, podríamos armar un Sistema Nacional de Docentes. Este sistema, hecho adecuadamente, podría provocar un cambio cualitativo importantísimo. Las claves: escala y calidad. Si uno deja que este sistema se rija por criterios lejanos a la excelencia académica, obviamente se pervertirá y no sólo no contribuirá al mejoramiento sino que afianzará un mal sistema. No es lo que se desea. Esto no se trata de repartir arbitrariamente unas remesas. Por eso creo que es fundamental realizar primero el paso descripto en la columna anterior [1], es decir la construcción de una élite docente, al más alto nivel, formada con los parámetros de vanguardia, en los mejores centros, que trabajen en colaboración con la incipiente formación en investigación docente que ya hay en el país. Como se ve, los números no son imposibles, y ciertamente, bien utilizados, tendrían un gran impacto. El resto es cuestión de visión y voluntad.

Agradecimientos: Agradezco al Prof. Miguel Lagrotta por informarme sobre el sistema de ascenso y elección de horas de los docentes secundarios. Si bien es sumamente engorroso encontrar las remuneraciones que corresponderían por 20 horas a cada uno de los escalafones de maestros titulados profesores 1er y 2do ciclo titulados efectivos, las correspondientes a los grados 1,4 y 7 pueden encontrarse en [5]. Agradezco a Raúl Ures, quien me ayudó a encontrar el algoritmo para calcular las remuneraciones correspondientes al resto de los escalafones, y a José Olivera y Enzo Fagúndez, de FENAPES, quienes corroboraron los datos y me brindaron información complementaria.

Notas:

[1] Educación parte 2: Estrategias de medio plazo - formación docente. [link]

[2] Encuesta CIFRA para ANEP 2012 [link]

[3] E. Hanushek, Evidence-based debates on teacher quality. Education Next [link]

[4] Sistema Nacional de Investigadores [link]

[5] Evolución de la asignación y distribución presupuestal 1985-2013, Página 44 [link]

[6] De acuerdo al Anuario Estadístico del MEC 2012 [link], p 361, hay 17.316 docentes universitarios. De acuerdo a los datos del SNI [link],  hay 1609 investigadores categorizados. Si uno quisiera ser más estricto, debería quitar los asociados (que se encuentran trabajando en el extranjero) y los Eméritos (que ya se han retirado), y quedarían 1382 investigadores, es decir, aproximadamente un 8%.

[7] Anuario Estadístico del MEC 2012 [link], Parte II, Capítulos 1 al 5.

[8] Estimando alrededor de $17.000 por mes por cargo (hay ligeras variaciones dependiendo de si el cargo corresponde a Maestro, Profesor 1er ciclo o Profesor 2do ciclo). Cada beca anual costaría alrededor de U$S 9.035 Estimación dólar: $22.58. Ver [5]

[9] Estimación Grado 3, 20hs: $18.700, (U$S 9.942 por persona por año) Estimación Grado 5, 20hs: $21.100 (U$S 11.228 por persona por año) Estimación Grado 6, 20 hs: $22.600 (U$S 12.010 por persona por año) Estimación Grado 7, 20 hs: $28.300 ($15.040 por persona por año) Las estimaciones se calcularon a partir de las horas, que constan en [link]

A las horas debe agregárseles un acumulado de 7.35%. A partir de 25 años antigüedad (grado 7), corresponde un 20% extra.