«Fracasó en todo, salvo en fracasar». Así comienza el cuento breve de Carol Milkewitz, la alumna que fue distinguida en los dos últimos concursos organizados por La Tertulia de radio El Espectador.
Milkewitz cursa actualmente segundo año de la Licenciatura en Comunicación. En abril de este año, recibió el primer premio en el concurso de cuentos breves, por su texto tituladoSucedió una noche en el Hotel Carrasco. En esta nueva versión del concurso, la quinta, la consigna fue Un cuento de viajes y la estudiante obtuvo el tercer lugar. Uno de los desafíos que se plantearon fue que los cuentos no alcanzan los mil caracteres de extensión.
“Mi seudónimo era Lentes porque uso lentes de contacto hace años. A principios de agosto me vino una úlcera de córnea por tercera vez, que, por suerte, no me afectó para nada la visión, pero no puedo usar más lentes de contacto, por lo menos por un tiempo. Y estoy enojada con el tema. Me gusta usar de contacto, por un tema estético obviamente, y también porque veo mejor y estoy más cómoda”, contó a In situ. “Usar como seudónimoLentes fue una forma de aceptar que voy a tener que usar los comunes para salir, hacer deporte, todo”.
Sobre el cuento, resumió: “trata de cómo un hombre transforma sus penas; fue un poco lo que traté de hacer yo con ese cuento”.
Un cuento de viajes
Fracasó en todo, salvo en fracasar. Come chocolate, siempre amargo. Alguien le dijo que viajar alivia las penas, alguien optimista, que ayer murió. Viaja, cada tanto. Las penas no pagan boleto y entran en todos los transportes. Mansas, se acomodan en su corbata, le rodean el cuello, lo asfixian. A veces les responde. Las señoras de los trenes, con sus collares de perlas, lo miran con una lástima por la que él se desliza como un hámster en su rueda. Para él no hay Buenos Aires ni Montevideo, sólo un edificio, que se parece a otro, nunca suyo, como las mujeres. Se angustia por lo que le pasa y, en especial, por lo que no le pasa. Un día muere. Su avión cae, él se estrella contra el suelo, su cuerpo explota en lágrimas, se transforma en una fuente. A veces pasa algún señor con penas, que caen como monedas.
Lentes
(Carol Milkewitz)
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