Montevideo PortalColumnistas

Más columnistas

imagen del contenido Escribe Gerardo Sotelo
imagen del contenido Escribe Ana Jerozolimski
“Al ver las imágenes de Juan Guaidó regresando a su país (. . . ) lloré de emoción.
imagen del contenido Escribe Esteban Valenti
La diferencia en los indicadores de la violencia entre los barrios de la costa y del norte y el oeste de Montevideo corresponden prácticamente a dos países diferentes.
imagen del contenido Escribe Pablo Mieres

Momento en la historia

30.Oct.2014

Tengo la intensa sensación de estar viviendo uno de esos momentos que recogerán los libros de historia.


No me refiero a un hecho puntual, como puede haber sido la victoria del Frente en el 2004, o también la derrota del Partido Colorado en 1958. Me refiero a algo que siento más fuerte y profundo.

En la historia del país ha habido 3 períodos "progresistas". Al decir esto, digo períodos en los que quién asume la responsabilidad nacional la ejerce con una clara prioridad por los más desfavorecidos. Esos tres períodos, naturalmente muy distintos entre sí, se han dado curiosamente en los tres comienzos de siglo de nuestra historia.

A comienzo del siglo XIX, Artigas comienza un gobierno que para simplificar lo ubicaremos desde las Instrucciones del Año XIII con un ciclo que se cierra a más tardar siete años más tarde, en 1820. A partir de allí los sectores poderosos vuelven a manejar duramente la cosa pública con distintas variantes.

A comienzos del siglo XX el batllismo empuja los sectores de menos ingresos en un  proceso cuyo origen podemos fijar en 1904 al terminar la contienda militar y que dura hasta el Alto de Viera en 1916. Son doce años contando el interregno de la presidencia del conservador Williman que no innovó pero mantuvo la opción para la espectacular segunda presidencia de Batlle.

El Alto de Viera marcó el retorno del peso de las clases conservadoras. Si bien el batllismo mantuvo alguna capacidad de decisión los sectores más pudientes pasaron a controlar el Parlamento. En una historia a veces poco contada llegaron a aprobar leyes contra la opinión del Poder ejecutivo y hasta levantando su veto como por ejemplo en la ley que prohibió en 1931 el ingreso de nuevos inmigrantes al Uruguay "excepto que vengan en primera clase". Todo el furor de Domingo Arena, de Grahuert o de Rodríguez Fabregat, no impidió la reaccionaria medida.

En este siglo XXI, un nuevo ciclo progresista comenzó con el Frente Amplio en el 2005. Se  reflejó en derechos y mejora de las condiciones de vida y fue capaz de una adecuada conducción del país lo que le dio un crecimiento sostenido en todos sus sectores.

El voto de este domingo pasado, nos garantiza que habrá, al menos 15 años de gobierno progresista: hecho inédito en la historia del país. De allí lo del título y mi profunda emoción.

Cinco años son 'reversibles'. Diez años, como ya se ve en los planteos opositores, dejan una huella profunda. Quince años abren posibilidades inéditas. Si la izquierda es capaz de mejorar esos cuellos de botella que son la inseguridad, la carencia educativa y la infraestructura...

Si la izquierda es capaz de mantener el crecimiento económico como lo ha hecho hasta  cuando los países vecinos están en recesión...

Si la izquierda es capaz de ese gigantesco plan ceibal que es poner al país entero a apostar a  la innovación...

Si la izquierda es capaz de consolidar y desarrollar los derechos de todos los ciudadanos...

Podemos estar viviendo un período que la historia recogerá como etapa de oro de la  vida nacional.
Con Tabaré y Mujica y con el país todo.

¡A eso vamos!



Más artículos de Ing. Martín Ponce de León

27.Jul.2015El Pibe

03.Jun.2015Texto de hace 30 años

21.Nov.2014La fuerza del viento

13.Oct.2014Escribe hoy