Felipe Paullier
Según trascendió estos días en la prensa, la bancada del Frente Amplio en la Junta Departamental de Montevideo negará el permiso para instalar una imagen de la Virgen María en la rambla del Buceo que fue solicitado al gobierno departamental. La propuesta fue una iniciativa de un grupo de católicos que organiza anualmente la actividad “rosario por las familias” en dicho lugar y lleva, nada más y nada menos, que dos años entre idas y vueltas.
En este tiempo, y luego de su análisis profundo, ya reunió el respaldo del Ejecutivo (Intendencia de Montevideo) y del gobierno local (Municipio CH).
Sin embargo, en la nota publicada el domingo 2 de octubre en el diario El País, se informa que la bancada del Frente Amplio decidió no otorgar libertad de acción a sus ediles en la Junta, lo que impide que la iniciativa cuente con los votos necesarios para ser aprobada. Aunque algunos legisladores frentistas (socialistas y de la Vertiente según consta en la prensa) tenían una posición favorable, parece que otra vez pesará más la disciplina partidaria.
La solicitud en cuestión propone instalar una imagen de la Virgen María en un lugar donde todos los años se congregan miles de personas que profesan la fe católica a rezar por las familias, un evento que como tantos otros de distintas religiones y manifestaciones culturales, año a año transcurre en forma respetuosa y civilizada siendo verdadera manifestación plural de nuestra laicidad.
No ignoramos que la propuesta ha generado debate, el mismo que se plantea una y otra vez desde hace más de cien años cuando iniciativas de este tipo ponen en entredicho el particular concepto de laicidad, verdadero laicismo, manejado por parte de algunos sectores de la población que entienden que lo religioso debe reservarse para el ámbito privado.
Con mucha pena, vemos como con esta postura de la mayoría gobernante, Montevideo se pierde la posibilidad de profundizar y construir pluralidad.
La rambla de nuestra ciudad cuenta hoy en su patrimonio territorial con imágenes que reflejan la diversidad cultural y religiosa. Algunos ejemplos son el monumento a Iemanjá sobre la Rambla Presidente Wilson y Eduardo Acevedo; el dedicado a Confucio en el Parque Rodó; el monolito con estela recordando al primer Gran Rabino de nuestra colectividad judía en Rambla Gandhi y Montero o la cruz de piedra “Khatchkar” símbolo de la armenidad en Plaza Armenia, todas expresiones notorias de corrientes religiosas.
La iniciativa de colocar una imagen de la Virgen María se enmarca entonces en la mejor tradición de respeto y tolerancia de la que nuestro país ya ha dado muestras en el pasado. Sin embargo, parece que la pluralidad puede tener sesgos dependiendo desde donde lleguen las propuestas.
Formalmente queda aproximadamente un mes para que la propuesta sea puesta a consideración en la sesión de la Junta. Formalmente entonces queda un mes para que pueda revertirse esta situación y prospere una iniciativa que suma a la construcción de una pluralidad que es base esencial de la identidad ciudadana de los montevideanos.
Enfoquémonos en lo importante, la cuestión es ser plurales.
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