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Sobre el autor

Profesora de Enseñanza Media, Diputada por Montevideo MPP Frente Amplio, Presidenta de la Cámara de Representantes 2010 2011, Vicepresidenta del Frente Amplio, Vicepresidenta de la Unión Interparlamentaria Mundial (U.I.P.), Presidenta del Comité Político de la Escuela de Gobierno, Integrante de la Comisión de Salud de la Cámara de diputados.

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Apareció el cangrejo

18.Mar.2015

 

Un paquete de Leyes presentadas por el Senador Bordaberry al Presidente de la República, trajo como consecuencia que las mismas tomaran estado parlamentario, las mismas nos abocaron a estudiarlas, y empezar a analizar qué había detrás de ellas

La promoción de la educación pública es la batalla de todos los días, para quienes estamos convencidos que ella es pilar fundamental de una estrategia nacional de desarrollo integral, que contemple las necesidades de niños, adolescentes y jóvenes, para una inclusión social justa, de calidad y sustentable, y esto es lo primero que queremos despejar en este articulo.

Al inicio de esta nueva legislatura, y sin haberse conformado las Comisiones correspondientes de trabajo parlamentario, el senado recibe distintos proyectos de Ley por parte del senador Bordaberry, los cuales algunos de ellos fueron titulares de su campaña electoral que plasmó en el papel y tomaron estado parlamentario.

Sobre algunos de ellos no opinaremos dado que el Poder Ejecutivo presentará sus propuestas, como por ejemplo, el Instituto del Deporte donde en los anuncios del 1º de marzo del Presidente Vázquez ya está en marcha la creación de la Secretaría del Deporte, otro sobre la Universidad de la Educación, donde el gobierno tiene su proyecto y los tiempos políticos no permitieron aprobar la iniciativa ya que en la legislatura pasada obtuvo el Instituto de la Educación media sanción y fracasó en el Senado la votación, retomándose en estos días su análisis.

También propone la creación de una Agencia Nacional de Cultura, cuando en el MEC recién asume una nueva administración y ese Ministerio tiene ya una Dirección Nacional de Cultura funcionando en todo el territorio nacional con amplia participación de la sociedad civil.

En materia de Educación es importante realizar un abordaje con mayor detención ya que el planteo de fondo es más complejo y compromete acciones en plano de la enseñanza pública, según las iniciativas del Senador.

Los otros proyectos hacen referencia: a la cantidad de días de clases dictadas, a los centros educativos públicos de gestión comunitaria y a la creación de un Consejo de la Laicidad.

Respecto al aumento de días de clases dictadas para llegar a los 200 días de año lectivo, debemos partir de la base, que todos compartimos la extensión del tiempo pedagógico y esto ha sido señalado reiteradamente por el Presidente de la República y la ANEP, pero a nuestro entender la cuestión pasa por la cantidad de horas de clases y la calidad que la mismas deben tener.

Se trata de lograr alcanzar un tiempo pedagógico ampliado, que redunde en trasmitir conocimientos desde distintas dimensiones con docentes dedicados a la tarea docente. Donde se desarrollen procesos de acompañamiento a los niños y sus familias como lo hacen ya el Programa Maestros Comunitarios, y los Programas de tutorías y acompañamiento que se desarrollan en educación media y que ha dado resultados justamente en la población más

vulnerable con antecedentes de fracaso escolar y donde estas tutorías están en más de 110 liceos atendiendo esta realidad.

Pero establecer un número exacto de días de clases como una cuestión lineal y rígida, por cumplir con una cantidad concreta, no implica asegurar calidad ni sostenimiento en las situaciones más vulnerables. La ANEP ya definió que los alumnos permanezcan en sus centros durante todo el horario y quienes ejercen docencia indirecta se hagan cargo de aquellas horas libres que surjan, propuestas que se realizan desde el inicio de este año lectivo.

Hay que manejar bien los tiempos institucionales. El proyecto de ley presentado por Bordaberry , parece no tener en cuenta los días calendario que insumen los parciales y el tiempo para los períodos de exámenes a fin de año, en particular en educación media superior. Estos períodos de exámenes son los que determinan muchas veces el pasaje o no de grado de los estudiantes, y requieren uno o dos meses, por tanto hay toda una normativa necesaria que hace a los reglamentos de pasaje de grado e implican tiempo calendario concreto, y tiempo para estudiar.

Reiteramos, no queremos minimizar la importancia del tiempo pedagógico pero los criterios y formas de evaluación en educación media también hacen al proceso educativo, y lo más importante: la trayectoria educativa que el estudiante realiza, mirándolo en toda su integridad educativa.

Un centro educativo debe centrar su atención en el estudiante, no solamente en la cantidad de días de clase, sino también en la trayectoria educativa que, desde la primera infancia a la media superior debieran cumplirse en las franjas etarias respectivas.

Muchos uruguayos formados en otras épocas tenemos una idea lineal de la trayectoria educativa, pero las rupturas del tejido social que se produjo en nuestro país en la década de los 80 y 90, han modificado sustancialmente esos procesos “naturales” de otrora.

Sin duda que para realizar una trayectoria se necesita tiempo real en los centros educativos, pero para aquellos sectores que fueron muy perjudicados por las políticas blanquicoloradas durante años, no es lineal el proceso.

Estos niños y jóvenes necesitan acompañamiento pedagógico y en especial en el pasaje de ciclos. Por eso estamos convencidos de la importancia y proyección del Programa Tránsito entre Ciclos Educativos, que acompaña el pasaje de los niños de primaria a la educación media básica. Programa que se desarrolla hoy en 61 experiencias a lo largo del país, donde confluyen 5 escuelas y un centro de educación media básica. Son estos tránsitos los que ayudan a que no perdamos a los alumnos y los acompañen durante su nuevo año lectivo en UTU o Secundaria. De este programa se desprende la importancia del acompañamiento socio pedagógico en clave de trayectoria educativa.

Otro de los proyectos presentados por Bordaberry, consiste en establecer en las zonas más vulneradas los liceos públicos de gestión comunitaria. ¿Qué entiende por comunitario el Legislador?

En primer lugar queremos dejar claro que nuestra concepción educativa se enmarca en una fuerte responsabilidad y participación del Estado, como responsable y gestor de políticas educativas. En este sentido siempre abogaremos para que el Estado cumpla y haga llegar la educación pública a todos los ciudadanos, en todos los territorios sin discriminar basados en que la misma persigue líneas clara de inclusión democráticamente referenciadas.

Para ello hay pruebas suficientes de la actual inversión presupuestal y por tanto, de nuevos centros educativos y refacciones a fondo. También es cierto que la demanda –por suerte- no se detiene, y hubo que poner al día en una década, todo el deterioro y atraso que durante 3 décadas gestaron los gobiernos de la hoy oposición. Recordamos esto como referencia de donde partimos y donde estamos ahora, nos hicimos cargo de que los cambios fueran más allá de las normas, gestionamos y los rumbos acompañan a un proyecto de país donde el desarrollo es la polea de trasmisión

Pero si bien queremos una participación de la comunidad en los centros educativos, la concebimos de una manera amplia y diversa, donde no haya procesos de selección de estudiantes en base a entrevistas y cupos, para nosotros la educación pública no puede “elegir” por sus condiciones de familia y contexto.

Tampoco queremos un modelo de centro que se transforme en algo paralelo al sistema actual. Sí estamos de acuerdo que debe haber una diversidad y , anteriormente señalábamos, que ya no hay procesos lineales, por esto entendemos que lo que hoy puede verse como diferente , en cuanto a oferta educativa, debería ser una forma más de trasmitir el conocimiento. Con los aportes de la comunidad que cotidianamente trabaja en su territorio: las organizaciones barriales, vecinales, comisiones de fomento, clubes de la zona, padres. Y que en esos centros educativos con participación comunitaria, puedan asistir todos los niños y jóvenes, sin requisito alguno. No por poseer la Tarjeta Uruguay Social, tendrán más ventaja, sino que Todos deben tener la misma oportunidad, y esto incluye a los estudiantes extra edad que estos proyectos de gestión privada dejan por fuera. No se trata de crear centros educativos con perfil explícito para los alumnos más vulnerables, que aumenten la segmentación social, se trata de incluir a esos alumnos en las propuestas de la educación pública estatal, en el marco de la ANEP siempre.

Es inviable generalizar ese tipo de centros –como los que se difunden hoy-, nosotros apostamos a la universalización , y más allá de la existencia de políticas focalizadas a corto plazo las cuales habrá que analizar constantemente, estamos convencidos que en un proceso de desarrollo social, sólo la Educación Pública uruguaya para todos será capaz de lograr las metas universales.

Que la comunidad opine y proponga, ayude a consolidar propuestas innovadoras bajo la órbita y responsabilidad de los Consejos Desconcentrados, para todos los estudiantes sin selección alguna, tendrán en nosotros un aliado y promotor sin duda.

Y convocando a la memoria, no olvidemos que esos contextos y territorios muy críticos fueron generados por los que hoy, pretender resolver problemas estructurales,- que ellos mismos generaron-, con formatos de pequeñísima escala y gran marketing mediático denostando a la educación pública universal.

También hay otro proyecto de ley, la creación del Consejo de la Laicidad.

Llama poderosamente la atención en un país históricamente laico, donde fue precisamente el batllismo de comienzos del siglo XX quien impulsó la separación de la iglesia y el Estado, y hace de la laicidad un principio matriz de la educación pública, proponer crear un Consejo de estas características solo tiene un objetivo de fondo: el control de las ideas en desmedro de la libertad de pensamiento y de cátedra, consagrados en la Constitución de la República.

En el texto presentado se dice que se pueden realizar “…visitas de inspección,… pudiendo concurrir con peritos; pedir informes, examinar expedientes, archivos y todo tipo de documentos”. “Cualquier persona podrá formular denuncias ante el Consejo de la Laicidad…”. “La denuncia podrá efectuarse en forma escrita u oral”.

Lo transcripto demuestra la intención. Se trata de generar un dispositivo de persecución que recuerda los peores tiempos del maccarthismo e inquisidores en este país, que parecería quererse instalar por esta vía.

Los conceptos de laicidad, gratuidad y obligatoriedad que orientan el sistema educativo, siempre estarán en análisis y reflexión, pero no es creando un Consejo Inquisidor, la forma de resolver la trasmisión de conocimientos. Esta propuesta sí es ideologizar la educación y “flecharla” en base al, miedo y la persecución.

Llama la atención que ante la problemática educativa que debemos abordar en lo inmediato donde se continuará contemplando una propuesta educativa pensada y referenciada para todo el territorio, que algunos sigan en otra lógica nos preocupa.

El Estado si bien hoy aún conserva enormes problemas en su capacidad de gestión y administración, debemos destacar que pusimos en marcha lo que es posible, con los recursos públicos existentes, desarrollando y distribuyendo. Esta propuesta la derecha siempre la negó, porque decía que para distribuir era necesario crecer. En sus gobiernos nunca crecíamos, y nada se hacía y cuando crecía tampoco distribuían.

Es bueno a veces saber que hay discusiones y propuestas que siguen siendo de profundo contenido ideológico, donde sabremos cada uno colocarnos en el momento de la discusión de estos proyectos, pero debajo de la piedra como dice el dicho está el cangrejo